La ausencia del MIC en la gran huelga del Casino no puede ser minimizada. Después de todo, se trata de la lucha obrera más importante de esta etapa; concentró todos los problemas actuales del movimiento obrero, desde el combate por los convenios y contra la superexplotación, a la lucha de los cuerpos de delegados independientes contra la burocracia y sus patotas, pasando por la defensa de los piquetes obreros contra la acción coaligada del aparato de represión, la Justicia y las patronales.

¿Las razones de la borrada? La fracción dirigente del MIC sostuvo frente al Casino la misma posición que tuvieron la CGT y la CTA. Para todos ellos, se trataba de una huelga "condenada al fracaso". Ello, por que pretendía enfrentar a la patronal, al Estado y a las burocracias apelando a los métodos de la clase obrera y al apoyo de las organizaciones obreras y juveniles independientes del gobierno. El MIC propicia "cavar trincheras" con la burocracia; los chicos del Casino, por el contrario, estuvieron siempre en la "trinchera" opuesta a la de la burocracia sindical.

La desaparición del MIC significa el fracaso de los que han concebido la unidad de la izquierda como una operación de encubrimientos recíprocos y complicidades – no de acción y de esclarecimiento. Ese planteo de "unidad" ya se había manifestado cuando el MIC promovió la escisión de los Sutebas combativos, llevando a una parte de su activismo a "cavar trincheras" junto a los socios de Baradel en ocasión de las elecciones de CTERA.

Al hacer este señalamiento, estamos muy lejos de "celebrar" la disolución del MIC, como fingen creer los que aún quieren izar la bandera en el naufragio, porque la disolución no es una superación política. Por el contrario, todo indica que la fracción mayoritaria del MIC aprovechará su "default" para marchar, más resueltamente, hacia la burocracia y hacia el gobierno.

A quienes, en cambio, están luchando, les decimos lo siguiente: en la lucha del Casino no sólo "brilló" (por ausencia) el MIC. También brillaron, por su presencia, los métodos, el programa y las acciones de defensa incondicional de las conquistas obreras contra el capital, y la lucha por expulsar a la burocracia de los sindicatos. Agrupémonos sobre bases clasistas frente a los grandes compromisos de lucha que se vienen, como las huelgas docentes provinciales o las inminentes paritarias. La unidad clasista exige una política y una acción independiente del gobierno, los Moyano y los Yasky.