Obra de las Madres: abajo los despidos

Soldati

En la obra de Castañares, ubicada en el oeste de la Capital Federal, los trabajadores iniciaron un proceso de movilización y cortaron, en dos oportunidades, la General Paz para reclamar el pago de salarios atrasados y el pago de todas las cargas sociales adeudadas por la patronal de las Madres y los Schocklender.

Frente a esta movilización, la patronal de las Madres respondió con dureza, con listas negras, despidos y amenazas. Los despidos son casi cien y afectan a los trabajadores más activistas.

En la obra de Piletones, también ubicada en el oeste capitalino, los delegados de la burocracia de la Uocra plantean la siguiente amenaza: el que trate de organizar algún reclamo será despedido más rápido de lo que canta un gallo.

Las obras están casi paralizadas por falta de materiales y presupuesto, y los trabajadores piensan que las Madres y los Schocklender se robaron todo.

Mientras tanto, el gobierno nacional le saca el control de las obras de vivienda a la fundación de las Madres en Chaco, Misiones, Buenos Aires, Río Negro y Salta para otorgárselas a la mafias de los intendentes y de los gobernadores de estas provincias. Los funcionarios de los diferentes municipios y gobernaciones antes mencionados ya han anticipado que es posible que tengan que reducir el personal. Las obras de la capital seguirán bajo control de la fundación.

Los Schocklender, la hija de Hebe Bonafini y los funcionarios del Ministerio de Planificación nacional son investigados por la Justicia, porque no pueden explicar el destino de los recursos millonarios aportados por el Estado a la fundación de las Madres.

Por el escándalo de la malversación de fondos en la construcción de viviendas, la patronal de las Madres y el gobierno nacional están en una situación de crisis y se encuentran debilitados.

Es el momento de ir por las reivindicaciones de los trabajadores: abajo los despidos, reincorporación inmediata de todos los despedidos. Que el Estado se haga cargo de la construcción de todas las obras bajo control de sus trabajadores. Por delegados en todas las obras electos en asambleas y mandatados para defender la fuente de trabajo y el pago en término de los salarios. Por un plan de lucha a nivel nacional para conseguir estos objetivos.