Políticas

5/12/2016

Obra social piquetera: la letra chica del acuerdo de “paz social”

El “triunvirato vaticano” administrará una caja de 30.000 millones de pesos.


Empiezan a salir a la luz los acuerdos “bajo cuerda” que la Ctep, el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la CCC firmaron con el gobierno de Macri y la ministra Stanley.


El diario Clarín informa avances en conversaciones con Emilio Pérsico para el otorgamiento de una obra social propia. Luis Scervino, titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, admite que “Es cierto. Aún deben completar una serie de información y si todo lo presentado está bien podrían obtener una obra social, que en su caso sería la Obra Social de los Trabajadores de la Economía Popular (OSTEP)” (Clarín, 4/12). Según Clarín, de aquí a 2019, los “movimientos sociales” administrarán 30.000 millones de pesos.


Si finalmente se autorizase la creación de una obra social propia, Pérsico terminaría cerrando el círculo que él mismo abrió cuando fue responsable del Programa Argentina Trabaja, siendo funcionario kirchnerista.


Antecedentes


Los llamados “trabajadores de la economía popular” son, en su inmensa mayoría, trabajadores precarizados que realizan tareas perfectamente establecidas en convenios laborales.


Los “monotributistas sociales” crecieron en forma exponencial durante el gobierno CFK con la creación del Programa Argentina Trabaja, a partir del 2009.


En aquel momento, el Evita formaba parte del gobierno y Pérsico, desde el Ministerio de Desarrollo Social encabezado por Alicia Kirchner, fue el impulsor del programa, que colocaba como requisito la conformación de cooperativas y la inscripción de los beneficiarios en el monotributo (social).


El Argentina Trabaja trataba de montar una contención asistencial ante la ola de despidos que provocó la crisis mundial del 2008 y su impacto de lleno en la Argentina.


De manera que el fenómeno de la multiplicación de las cooperativas no se trató de la respuesta espontánea del pueblo para la creación de una “economía piquetera” o social sino un recurso del aparato estatal de la burguesía para contener la ola de expulsados del trabajo formal.


Mediante el programa Argentina Trabaja, más de 200.000 trabajadores fueron empleados en distintas áreas y reparticiones Estatales durante los últimos seis años. Allí realizaron tareas de mantenimiento, barrido y limpieza; construcción de casas, limpieza de plazas, arroyos y hasta del Riachuelo; todas tareas que les eran encargadas por municipios, organismos estatales y hasta universidades nacionales.


Como funcionarios, los dirigentes del Evita negaron que se tratara de un trabajo. “Es un programa de inclusión con trabajo”, repetían en los despachos oficiales para negarse a que el trabajador tuviera derecho a un convenio, al salario correspondiente y a las conquistas que su gremio hubiera alcanzado.


Ni la Ctep ni Barrios de Pie ni la CCC levantaron el elemental reclamo del pase a planta y a convenio de los miles de trabajadores precarizados por el Estado durante todos estos años. Por el contrario, la creación de una obra social para trabajadores precarizados consagra la condición de tales y sella la renuncia definitiva a pelear para que tengan el convenio, los beneficios y la obra social que les corresponde.


Cooptación con premio


La confirmación del titular de la superintendencia de Seguros de Salud echa luz sobre las razones de fondo del acuerdo firmado la semana pasada por el triunvirato “ piquetero”: no se trata de “sacar algo para los compañeros para pasar las Fiestas ”, como se justificaron los firmantes , sino de un acuerdo estratégico para, por una lado, cristalizar la precarización laboral de miles de trabajadores; y, por el otro, crear un burocracia cooptada por los jugosos fondos de las obras sociales. El modelo es el de los burócratas sindicales millonarios.


El Polo Obrero lucha por trabajo genuino, por un seguro al desocupado equivalente al 80% del salario de convenio y por el pase a planta de los trabajadores precarizados; en ese camino, luchamos también por reivindicaciones transitorias o conquistas menores para los compañeros desocupados.


Otra cosa es cristalizar su condición de precarizados y abandonar la lucha por el convenio que le corresponde a cada trabajador y a otras conquistas que son el resultado de décadas de lucha de la clase obrera.