Por la aparición con vida de Luciano Arruga

Hace más de 3 meses que Luciano, un chico de 16 años, está desaparecido. Desde un principio la familia sospechó del Destacamento Policial de Lomas del Mirador (que fue creado luego de reiteradas movilizaciones en reclamo de “mano dura”), ya que en los últimos meses a Luciano lo habían detenido, golpeado y amenazado en reiteradas oportunidades. Durante 30 días nada se supo de él. La hipótesis familiar sólo encontraba sustento en algunos testimonios de vecinos que decían haber escuchado como Luciano había sido detenido por la policía en la placita del barrio. Pero, finalmente, un chico del barrio le contó a la familia lo que sabía: un compañero del secundario le había contado que había estado detenido en el destacamento junto a Luciano y que ambos habían sido reventados a palos. Este chico lo vio a Luciano aparentemente muerto. Este testimonio se incorporó a la causa, y produjo que la Fiscalía General de La Matanza desplazara a la UFI 7 (actuante hasta ese momento) y le diera intervención a la UFI 1.

El ministro de Seguridad de la Provincia Stornelli, pasó a disponibilidad a ocho agentes, pero todos estos figuran en la causa como testigos. Los perros detectaron que Luciano estuvo en el destacamento y en un patrullero durante su turno. Exigimos a la Justicia que acelere el procesamiento y cárcel para los policías que estuvieron esa noche y los otros que trabajan en el destacamento, así como sus superiores que hayan necesariamente participado del encubrimiento.

La persecución a la juventud es una consigna oficial. El jefe de Gabinete, Massa, vino hace una semana al distrito a hacer entrega de una tanda de motos nuevas a la Bonaerense, y comentó que “se encuentra con chicos de 13 ó 14 años que, más allá de parecer niños desde el punto de vista físico actúan como delincuentes”. Que el jefe de gabinete diga esto en La Matanza, con Luciano desaparecido hace tres meses, con todos los otros casos de represión a la juventud, es un llamado a que los cómplices criminales y los mafiosos redoblen su campaña de agresión y muerte contra la juventud trabajadora. El mismo día que desaparecía Luciano, otro joven, Maxi Sosa de 18 años, fue fusilado por un agente de la Federal frente a dos amigos en su barrio del Km 35. Otros jóvenes, Guillermo y Gustavo Aguilera, del Km 44.500, una zona rural, hijos de una señora con deficiencia mental, que según denuncian los docentes y vecinos de la zona, han sido colocados como chivos expiatorios en una causa por el asesinato de un bonaerense en un ajuste de cuentas interno. Otros dos jóvenes hermanos de Villa Palito, los Vargas, fueron condenados por tenencia de armas de guerra en un operativo que no llegó a ninguna prueba concreta. Según la APDH local “encontraron a dos chivos expiatorios para justificar el operativo que llevaron en el barrio… es mucho más fácil condenar a dos adolescentes que denunciar a las fuerzas de seguridad”.

Más Información: lucianoarrugadesaparecido.blogspot.com

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Néstor Rivas