Políticas

25/6/2018

Operativo represivo, una postal de Bullrich para Lagarde

A pesar de saturar de policías y gendarmes los principales accesos, el gobierno no pudo evitar los piquetes.

Fotos: Hernán Vasco.

Con grandes despliegues de las fuerzas represivas, el gobierno nacional y sus socios en las provincias se han afanado en atosigar la movilización de los trabajadores y sindicatos combativos en el marco del paro nacional, y ofrecerles a sus patrones del FMI la foto de una inexistente “tranquilidad”. Así lo resumió Marcelo Ramal: “Traen la Gendarmería contra los cortes de los trabajadores para llevarle la foto a la señora Lagarde, para mostrar un orden que en la Argentina no existe”.


Sin embargo, a media mañana podía constatarse el fracaso de este operativo: ante toda la Argentina se hacía clara no sólo la masividad del paro, sino también la multiplicación de piquetes, cortes y marchas con que el sindicalismo combativo dio un carácter activo a la jornada, de Ushuaia a Jujuy.



La represora Patricia Bullrich anunciaba por twitter que “por el Puente Pueyrredón, la Panamericana y el Acceso Oeste se puede circular”. La jactancia es mala consejera. Hasta sus propios seguidores la desmentían en las respuestas. En el límite sur de la Ciudad de Buenos Aires, la movilización obrera logró derrotar las provocaciones de cientos de prefectos, y se abrió paso por el Puente Pueyrredón hacia la concentración central en Obelisco. Tanto en Panamericana como en Acceso Oeste la policía bloqueó los peajes, pero los trabajadores en lucha cortaron en las cercanías y desplegaron amplios actos de denuncia al ajuste y la represión que ganaron las pantallas de varios canales. Lo propio hicieron los trabajadores del INTI, que cortaron la colectora a la altura del instituto.


Pese al gran despliegue de uniformados bonaerenses en la Autopista La Plata-Buenos Aires, Vidal no logró impedir que al corte de una de las bajadas por parte del sindicalismo combativo se sumasen otros como el de ATE, y a media mañana los manifestantes se encolumnaban para subir a la autopista.



El operativo represivo se había anticipado esta madrugada en el Puente Pueyrredón, donde las fuerzas de seguridad impidieron que el Frente Popular Darío Santillán y otras organizaciones realizarán la vigilia que todos los años realizan antes de cada 26 de junio, en el  aniversario de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki a manos de la Policía Bonaerense, en 2002.


Por otra parte, el gobierno del represor serial Gerardo Morales, en Jujuy, sumó a las provocaciones policiales las amenazas de desalojo contra los cortes obreros en los puentes Gorriti y Lavalle; los trabajadores se retiraron luego de mantener por más de una hora las medidas.


La política del gobierno fue saturar con fuerzas federales los principales piquetes, pero lo que logró fue amplificar su propia derrota política. En Buenos Aires, la jornada culminó con un acto en el Obeslico.