Organizaciones populares por la libertad de Morales y Gudiño

Históricamente los trabajadores hemos constituido la fuerza de nuestro movimiento sobre tres pilares: organización, lucha y solidaridad con nuestros compañeros. En la Argentina, desde la conformación del estado nación, las organizaciones obreras han demostrado que solo fue posible conquistar los derechos laborales para el conjunto de los trabajadores desde estos fundamentos.
Así lo demuestran: la conmemoración del Primero de Mayo con Huelgas Generales, desde fines del siglo XIX en nuestro país, en solidaridad con los compañeros perseguidos y asesinados por las patronales fabriles en los Estados Unidos de Norteamérica; la organización de infinidades de sindicatos, casas de trabajadores, federaciones obreras, comisiones internas, cuerpos de delegados y asambleas de trabajadores para constituir lo que sería el mayor Movimiento Obrero organizado de Latinoamérica; la toma por parte de los trabajadores y sus familias de los conventillos en la primera década del siglo XX para pelear contra la infame Ley de Residencia; la luchas callejeras en enero del ’19; las huelgas y protestas de los trabajadores organizados en la Patagonia y el Chaco contra la Sociedad Rural Argentina y sus socios nacionales y extranjeros; la histórica Huelga General del ’36 contra el primer Gobierno de facto criollo sostenido por las patronales agrarias; el inolvidable 17 de Octubre del ’46 que culminaría con el primer gobierno de los trabajadores con más de 40 diputados obreros en el Congreso Nacional; la conformación de organizaciones combativas de bases obreras a partir del ’55; el cordobazo, el rosariazo, el rodrigazo; las luchas en las fábricas, las calles, los barrios en los setenta; la resistencia al proceso neoliberal; los piquetes, las ollas populares, los centros culturales, los comedores comunitarios, las fábricas recuperadas, las escuelas de educación popular.
Al mismo tiempo las patronales han mostrado un sin número de artimañas para combatir a la clase trabajadora. La represión y persecución ideológica una marca registrada desde fines del siglo IXX a hoy. El soborno y la cooptación ha sido moneda corriente en su táctica contra el movimiento obrero para garantizarse leyes y resoluciones que los beneficien. La alianza entre la patronales agrarias y la burguesía industrial una herramienta frecuente para dinamitar el poder de los trabajadores como lo marcan los acuerdos que dieron lugar a la Libertadora en el ’55, el Desarrollismo en los ’60 y el Plan Económico Martínez de Hoz en el ‘76. Pero no tenemos que remontarnos mucho en nuestra historia para buscar ejemplos de esta estrategia. El Consejo Empresarial Argentino que se repartió las empresas del Estado, de los trabajadores, en los ’90 bajo la supervisión de Carlos Menem o la “Banelco” del ministro de la Alianza, Flamarique para comprar la Ley de Flexibilización Laboral son sólo algunas de las muestra de esta siniestra ideología con maquillaje de plan económico.
Es por eso que hoy vivimos el enjuiciamiento de los compañeros Gabriel Morales y Julio Gudiño de Fargo Moreno no como un hecho aislado sino como una expresión más de esta concepción histórica de criminalizar la protesta social como herramienta de las patronales para combatir al movimiento obrero.
La lucha de Morales y Gudiño junto a todos los trabajadores de la planta Fargo Moreno fue por cobrar igual salario y trabajar en iguales condiciones que en otras fabricas de la empresa. Las acciones de organización y lucha que estos compañeros llevaron adelante en mayo de 2007 fue una muestra de la tarea que debemos continuar los trabajadores en los días que vivimos. La llamada “crisis financiera mundial” no es otra cosa que el intento de los capitales más concentrados a escala mundial por garantizar su reproducción a costa de que la paguemos los trabajadores y nuestras familias.
Hoy nuevamente las herramientas de los sectores dominantes acusan a trabajadores de “privación ilegal de la libertad y coacción agravada”. La libertad de los compañeros Morales y Gudiño es la libertad del conjunto de los trabajadores. El agravio es constante desde las patronales hacia nuestra clase. La lucha de Fargo Moreno es la lucha que debemos librar ante cualquier intento de suspensiones, cierre de fábricas o reducción de salarios.
Por la absolución de Morales y Gudiño. Por un movimiento obrero unido y organizado. Por un mundo pensado, creado y gobernado por los trabajadores.

Moreno, 25 de marzo de 2009

Movimiento Evita (Moreno), Centro Cultural La Chicharra (Cuartel V, Moreno), Centro Cultural Poyi Cárdenas (Cuartel V, Moreno), Casa del Trabajador (Moreno), Escuela de Educación Popular Claudio “Pocho” Lepratti (Cuartel V, Moreno)