Políticas

16/6/2011|1181

Inadi: Otra cooptación oficial que termina mal

La feroz pelea que terminó con la intervención del Inadi estalló como lo hacen todas las cooptaciones kirchneristas. Morgado y Rachid se acusan recíprocamente de nombramientos irregulares.

Por detrás de esta guerra de rapiña, asoma el fracaso del Inadi para luchar contra la discriminación -como lo demostró la lucha de los campesinos qom. En lugar de defenderlos, el gobierno montó un operativo para proteger a Gildo Insfrán. Aníbal Fernández hizo despedir a Félix Díaz, jefe de la comunidad, quien contaba con un contrato en el organismo. Nora Cortiñas denunció que una “patota” de La Cámpora “persuadía” a los qom de abandonar su acampe en la 9 de Julio.

Cooptadores y cooptados

María Rachid llegó al Inadi después de la sanción del matrimonio igualitario. Ella y otros dirigentes de su movimiento ocultaron que los K se limitaron a dar “libertad de conciencia” a sus diputados y senadores a la hora de la votación. A la misma hora en que el Senado votaba el matrimonio homosexual, el oficialismo de la Cámara de Diputados aprovechaba el barullo para tratar de acomodar la ley de glaciares según los intereses de la Barrick Gold. Rachid y otros cayeron en uno de los peores pecados del movimiento popular: el corporativismo; o sea, la renuncia a una lucha de carácter general contra la opresión.

Colectoras en apuros

Luego de su expulsión del Inadi, la presidenta, que había digitado su inclusión como candidata a legisladora, ordenó ahora “suprimirla” de los actos de campaña en la Capital. La maldición cayó también sobre la cabeza de otra de los colectoras porteñas de los “K”: la sabbatellista Cerrutti, a quien le endilgan haber participado del lanzamiento de las obras de Schoklender como ministra de Telerman. En la colectora que queda, revista nada menos que Aníbal ‘Cromañón’ Ibarra. El electorado que pensaba votar a los K para “cambiar el rumbo” del gobierno o de la Legislatura debe poner las barbas en remojo.