Políticas

13/11/1997|564

Otra vez nos hacen pagar la crisis

Hace cuatro meses, ante los primeros datos de la crisis financiera en América Latina, Prensa Obrera planteaba en su tapa: “¿Quién va a pagar ahora el derrumbe?” (Nº 548, 17/7).


El plan de ‘ajuste’ en Brasil ha despejado, si las había, todas las dudas.


El ‘paquete’ del gobierno dispone el despido de 33.000 empleados públicos, el congelamiento y la reducción de salarios, el aumento del 5% promedio en los combustibles, la confiscación de recursos destinados a estados y municipios.


Menem viajó a Brasil a aplaudir este plan de guerra contra las masas, porque es exactamente el que está negociando con el FMI para aplicar en la Argentina con el objeto de ‘bancar’ la especulación capitalista que se hunde y el derrumbe de sus mercados.


¿Acaso no planteó Roque Fernández que no le iba a temblar la mano a la hora de disponer la rebaja de salarios para ‘enfrentar’ la crisis?


El gobierno de Brasil ha lanzado un ataque feroz contra los trabajadores que es paralelo a uno de los mayores negociados de la historia brasileña en beneficio de la ‘patria exportadora’. El ‘paquete’ autoriza el pago por adelantado de los contratos de cambio por exportación. Gracias a esta medida, los pulpos exportadores reciben fondos a la tasa del 9%, vigente en el mercado internacional, y los ‘reinvierten’ al 41% dentro de Brasil.


Todo el objetivo de este ‘paquete’ es sostener la especulación capitalista. El ‘ahorro anual’ previsto de 18.000 millones de dólares no tiene otro destino que cubrir el agujero en las cuentas públicas creado por la suba impresionante de la tasa de interés, que a su vez fue provocada para cubrir la emisión monetaria destinada al rescate de los bancos hundidos por el endeudamiento y la fuga de capitales.


Por esta razón, el ‘paquete’ brasileño es un salto al vacío y el anticipo de un ataque mucho más monstruoso contra las masas. No puede ser de otro modo, cuando se prevé un déficit corriente con el exterior de 36.000 millones de dólares, y el déficit fiscal brasileño es del orden de los 140.000 millones de dólares. La caída espectacular de su Bolsa obedece a una fuga de capitales motivada por el temor a la incapacidad para pagar esa deuda.


Este es el escenario que Menem prepara para la Argentina. A sabiendas de que no cuenta con los votos de su propia bancada, ha salido a buscarlos en la Alianza UCR-Frepaso.


Durante la mayor parte del gobierno menemista, los trabajadores fueron obligados a pagar de sus salarios la suba de la Bolsa, las ganancias de los bancos, el ‘curro’ de las privatizaciones y los superbeneficios de las patronales.


¿Vamos ahora a financiar el derrumbe de esta misma especulación capitalista?


La central obrera brasileña (CUT) está discutiendo la huelga general. Para los trabajadores argentinos se plantea la misma disyuntiva. Se ha agotado un régimen político y se ha agotado un régimen económico. Es necesario que los explotados proclamen “su” salida y luchen por ella.


Disponer la nacionalización de la banca bajo control obrero.


Abrir las cajas fuertes de los capitalistas y convertir el capital destinado a la especulación en ahorro que sirva a los intereses de las masas.


Nacionalizar el comercio exterior, cesar el pago de la deuda externa.


Unir a los trabajadores del Mercosur y de América Latina para poner freno al saqueo y planificar en conjunto la utilización de nuestros recursos.


Resolver un aumento inmediato del 50% de los salarios y jubilaciones, un subsidio a los desocupados de 500 pesos sin excepción, y el reparto de las horas de trabajo entre todos los trabajadores sin reducción del salario.


Esta es la salida de los explotados para que “ellos” paguen el derrumbe.