Políticas

20/11/2020

inflación

Otro golpe al salario y jubilaciones: diseñan la retirada de “precios máximos”

Empresarios y gobiernos atizan la suba de la canasta familiar.

El Ministerio de Desarrollo Productivo y los empresarios se disponen a terminar con el programa “precios máximos” de manera paulatina. Una primera tanda de los productos que quedarán fuera del programa será la de aquellos considerados con un mayor “grado de sustituibilidad”. De este modo, hay alimentos, bebidas, artículos de limpieza e higiene personal que ya no forman parte del programa.

De acuerdo a fuentes oficiales, habrá artículos de primera necesidad que seguirán bajo el paraguas de los “precios máximos”. Sin embargo, también se aclaró que el importe de los productos se mantendrá de acuerdo a la evolución de la economía y la situación epidemiológica.

El gobierno argumenta el final de “precios máximos” porque considera una vuelta de las actividades productivas y comerciales tras el aislamiento son suficientes para liberar los precios. Sin embargo, sube todo menos el salario y las jubilaciones.

Cabe recordar que, de acuerdo a las últimas cifras oficiales, una familia para no ser pobre necesitó contar con ingresos por $ 49.911,60 y, para no caer en situación de indigencia, por $ 20.710,20. Con el fin de “precios máximos” es claro que el salario y las jubilaciones pierden poder adquisitivo.

Las cifras son elocuentes. Los salarios están perdiendo terreno de una manera muy preocupante frente al alza de los precios que conforman la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT). El poder adquisitivo de la clase trabajadora se ve pulverizado por un implacable avance de precios y tarifas a los que el gobierno no frena.

“Según el cronograma oficializado, a partir del primero de este mes, el sueldo mínimo, vital y móvil será de $18.900 para aquellos que cumplan una jornada laboral completa” (Página 12, 20/10), si a este dato los asociamos con que “para el INDEC, la Canasta Básica Alimentaria registró en octubre un incremento de 6,6%, lo que determinó que un grupo familiar compuesto por dos adultos y dos menores necesitó percibir ingresos por $ 20.710,20” (Cadena 3, 17/11), nos encontramos con una enorme masa de trabajadores y trabajadoras en actividad, desempleados y jubilados que ya se encuentran en situación de indigencia.

Si consideramos que “en los últimos doce meses, la canasta alimentaria registró un aumento del 45,8%, mientras que la total subió 40%, ambas por encima del costo de vida, que fue del 37,2%, según datos difundidos este martes por el Indec.” (Cadena 3, 17/11) y que “desde diciembre último, el costo de la canasta total creció 28,1% y el de la alimentaria subió 32,9%, también por encima de la inflación, del 26,9% en ese período” (Idem), nos encontramos ante un cuadro que promete un noviembre y diciembre con una marcada aceleración de la inflación y una considerable suba de precios.

Ante esta crítica situación, el gobierno de Alberto Fernández canceló el IFE, dio por terminados los ATP, impulsa un Aporte Solidario que no es más que una lavada de cara a una medida que exime en su alcance de compromisos económicos a las grandes empresas y al sector financiero y, como si esto fuera poco, recibe una nueva misión del FMI que aplaude el plan de ajuste que viene llevando adelante con todo un paquete de medidas, incluido un nuevo capítulo en la reforma previsional.

En este marco, la Coordinadora Sindical Clasista impulsa la estratégica consigna de paro nacional y plan de lucha para derrotar el ajuste, aumentar salarios y jubilaciones, abriendo paso a un curso político y reivindicativo desde el campo de lxs trabajadores.