Políticas

15/5/2003|800

Otro más que se va

El disgusto que la renuncia de Menem les ha provocado a sus adversarios tiene una razón muy evidente: los vuelve a poner delante de su propio futuro.


  • “Se fue” la dictadura.
  • “Se fue” Alfonsín.
  • “Se fue” José Octavio Bordón.
  • “Se fue” el Chacho Alvarez.
  • “Se fue” De la Rúa.
  • “Se fue” Rodríguez Saá.
  • “Se fue” Duhalde.
  • “Se fue” Menem.


La incapacidad de gobierno de los capitalistas no necesita de más pruebas.


El nuevo intento lo viene a hacer una figura desconocida y oscura que sólo obtuvo el 22% de los votos válidos y apenas el 16% del padrón total.


Alguien que ya fue menemista y que se hizo, deshizo y rehizo duhaldista con la sola ambición de meter la mano en el presupuesto nacional.


Un representante de los pulpos mineros, a los que Duhalde acaba de dejar de regalo un decreto que les permite llevarse toda esa riqueza del país.


Es precisamente por esto que todos los gurúes de la entrega se han puesto de su lado contra el “golpe” del riojano.


Quedará consagrado como presidente un individuo que virtualmente nadie ha votado.


Un individudo que recibirá solamente el cinco por ciento del próximo gabinete, ya loteado entre Lavagna y Duhalde.


El programa de gobierno de Kirchner no es otro que el que le fijará el FMI. O sea, pagar la deuda externa a costa de las elementales necesidades del pueblo.


Lo único que ha cambiado es que Argentina ingresa en otra etapa más de clarificación política, porque ahora pasará a gobernar todo el arco que va de la vieja Alianza hasta el peronismo duhaldista, incluyendo naturalmente a Carrió.


La Casa Rosada no ha cambiado de dueño ni de inquilino.