Políticas

8/7/2004|858

Otro Parque Norte: para qué se “une” la burocracia de la CGT

En apariencia, sería inminente la unidad de la CGT. La CGT “oficial” adelantó el Congreso para el 14 de julio. Como el nuevo estatuto, amplía el número de integrantes de la cúpula, ya está dado el paso previo para integrar a los “disidentes”. Ambas centrales integraron una comisión conjunta en la reunión de la OIT.


Ambas centrales (también la CTA) habían apoyado la nueva ley de reforma laboral. Entre otras disposiciones, este engendro anula los derechos adquiridos, cercena el derecho de huelga y autoriza a la burocracia a firmar convenios por empresa.


Que unidad


Hacia fin de año, un operativo conjunto del gobierno y la burocracia alentó el proceso de unidad de la CGT y permitió conocer una de sus claves. Para el gobierno “los sindicalistas (debían ser) los que se movilicen en las calles y no las organizaciones piqueteras más conflictivas”. “Moyano y, sobre todo, Daer –agregó–, son importantes para que las negociaciones no se salgan de cauce cuando se abra la inevitable discusión salarial” (Clarín, 10/12/03). Daer justificó una reunificación de la CGT en la necesidad de enfrentar un desembarco de las organizaciones piqueteras en las fábricas, mientras Moyano atacaba la “metodología” piquetera –aunque todas las victorias de su gremio en el último período fueron logradas a fuerza de piquetes–.


Parque Norte II


Tan sólo dos semanas atrás, el gobierno alumbró en Parque Norte su propio frente piquetero, cooptando a media dirección de la CTA. El propósito fue crear una organización contra no el FMI, el punterismo patronal, la patota duhaldista o la “derecha”, sino contra los luchadores de la ANT y los sindicatos que reclaman un aumento salarial. Como lo dijeron los funcionarios y lo repitió, en título mayor, La Nación: una organización “para aislar a los (piqueteros) duros”.


La unidad de la CGT está alentada por el gobierno para combatir a los piqueteros.


La recuperación

de los sindicatos


Gobierno y burocracia son conscientes del “desembarco” en los sindicatos de todo lo que el movimiento piquetero representa. ATE Río Turbio, Soip, Subterráneos, TDO, Amsafe Rosario y San Lorenzo, municipales de Santa Cruz y otras provincias, petroleros privados del Sur, sindicatos docentes, de la carne, internas de la alimentación, estatales… La lista habla por sí misma. La unidad de la CGT viene a actuar contra este proceso.


La dirección de la CGT quedaría en manos de hombres de Techint, el pulpo que ha impuesto los convenios por empresa, la polivalencia funcional y el régimen de contratos (que convierte al período de prueba en letra muerta). La UOM, que fue “reorganizada” por el pulpo siderúrgico hace tiempo, se ofrece como “prenda de unidad” y ocuparía la secretaría general.


Pero ¿habrá unidad?


La crisis política ha llevado a una lucha de posiciones que todavía puede hacer naufragar la unidad de la CGT. El gobierno teme que la cope el duhaldismo.


Opongamos a esta unidad reaccionaria los congresos de delegados de base en los municipios, las provincias y la nación por pan, trabajo, salario y vivienda.