Políticas

22/5/2003|801

Panorama electoral

Las elecciones a gobernador en Córdoba, el próximo 8 de junio, se han visto afectadas por el resultado de la elección del 27 y la huida de Menem.


De la Sota (que busca su reelección) trabajó febrilmente para Menem, asegurándole un primer lugar con un porcentaje superior a la media nacional, mientras que el “presidente electo”, Kirchner, terminó quinto. Se tomó una semana y media para dar media vuelta y pronunciarse a favor del santacruceño.


La deserción de Menem ha dejado huérfana la lista menemo-ucedeísta para la gobernación y ha reabierto la crisis en el municipio de Córdoba, ya que el intendente Kammerath, que ha perdido a sus dos padrinos (Menem y Mestre), habla de adelantar las elecciones municipales para agosto.


De la Sota, entonces, ve peligrar su reelección debido a la división del peronismo y a que Kirchner podría armar su propia corriente en Córdoba.


 


López Murphy


López Murphy apoya al candidato radical, Oscar Aguad, ex interventor en Corrientes y ministro de Gobierno de Mestre, responsable de la represión para cerrar escuelas, fábricas (Cervecería Córdoba) y hospitales.


López Murphy no sólo viene a devolverle el favor a Aguad y la Ucr cordobesa (salió segundo en la provincia con casi el 22% de los votos). López Murphy intenta también ganar el voto menemista para su candidato, Aguad, que viene subiendo en las encuestas y ha acortado las diferencias de un 20 a un 12% oficial o a un 8% extraoficial.


A pesar del crecimiento de Aguad, De la Sota no ha logrado que se bajen González (el candidato menemista) y Obregón Cano (adolfista), ni el apoyo de Kirchner.


 


Los sindicatos “combativos”, atrapados


Los sindicatos que protagonizaron las principales luchas de Córdoba habían resuelto, a través del Movimiento Político y Social de Liberación – que integran, entre otros, Luz y Fuerza, Municipales, Viales, Gráficos, Cta y Apymes – , apoyar a Kirchner para terminar “con el modelo neoliberal para siempre”. Pero estos sindicatos no han definido a quién apoyarán en la elección provincial.


Córdoba representa la singularidad, entonces, de que las elecciones se polarizan entre dos candidatos “menemistas”, aunque ambos hayan pretendido desligarse de esa condición frente a la frustrada segunda vuelta en la elección nacional.


La campaña del Partido Obrero se esforzará por destacar el copamiento “neoliberal” y “menemista” de la elección a gobernador, y por llamar a combatirlo votando por el PO y su programa.