Políticas

17/5/1993|391

Panorama político de Santiago del Estero

La huelga docente se ha transformado en un factor clave de la crisis política provincial. La impotencia del gobierno de Mujica en resolver el conflicto, ha vuelto a plantear la posibilidad de la Intervensión de la provincia, o una licencia del Gobernador y su reemplazo por el Vice, Fernando Lobo. La preparación de una operación de este tipo fue lo que precipitó el famoso discurso de Zavalía, cuando llamó a una rebelión armada, cuyo objetivo era desalentar un recambio de gobierno en momento que las encuestas lo daban cómodo vencedor para las próximas elecciones. En el propio gobierno nacional, el caso Santiago es materia de diversas pugnas. Por el momento prevalecería un acuerdo impulsado por el Senador Juárez y Beliz, por el cual se le devolvería a Juárez la presidencia del partido justicialista de Santiago, actualmente intervenido, se sellaría un acuerdo para sostener a Mujica, con recambio en el gabinete, se desplazaría a los sectores vinculados al exgobernador Iturre, y por esa vía, con alguna ayuda nacional emprenderían la campaña electoral.


Zavalía, aunque mantiene los discursos “combativos” en las marchas, ha tomado una serie de posturas que lo pintan de cuerpo entero. Por un lado, entre gallo y medianoche armó las listas para las internas de la UCR, marginando a todos los grupos que integran el MOP (Movimiento de Acción Popular), a los cuales les había prometido algunos puestos, anzuelo con el cual los había puesto a trabajar en función de su candidatura y por lo tanto de la UCR. Este hecho demuestra el carácter descompuesto y sin principio del centroizquierda provincial, quién completamente ajeno a las luchas de los explotados, ha salido a patalear por el desaire de Zavalía. Es interesante señalar que en estos grupos se encuentran los “Peronistas Desamisados” (ex integrantes del Fral), el Partido Humanista (actual integrante del frente del Sur), Encuentro Popular (del grupo de los 8, integrantes del Frente Grande) y otros grupos menores de extracción peronista.


Por otro lado Zavalía, ha salido a proclamar sin pelos en la lengua que  “se deben hacer todos los esfuerzos posibles para producir una reforma profunda y seria del Estado, y para eso se necesita una fuerte autoridad política” (El Liberal, 28/4), con lo que se colocó como candidato para los hombres del gran capital en la provincia. Zavalía se cuidó muy bien de dar manija al conflicto docente (ver nota), planteando que “no voy a hablar fuerte porque no vaya a ser que me traten como inimputable” (El Liberal, 22/4).


Mientras los partidos patronales afinan sus maniobras para engatuzar al pueblo en las próximas elecciones, la miseria social causa escalofrío: el 68% de la población de Santiago tiene las necesidades básicas insatisfechas, el desempleo llega al 14% y con los subocupados al 26%, el analfabetismo ya superó el 22%  (El Liberal, 22/4).