Políticas

31/10/1995|471

Para defender las obras sociales

Sábado 11, 16 horas, UTN, Medrano y Lavalle

Trabajador, trabajadora:


Blanco Villegas es el presidente de la Unión Industrial. Jorge Di Fiori tiene el mismo cargo en la Cámara de Comercio. Son, por lo tanto, representantes destacados de la clase capitalista. Uno y otro saludaron alborozados la llamada desregulación de las obras sociales y, en particular, el acuerdo entre Menem y la CGT oficialista en torno a esa desregulación.


¿Qué festejan?


-La rebaja, de un 30 a un 80 %, de los aportes patronales a la jubilación, a las asignaciones familiares, al PAMI, al Fondo de Empleo, y de un 17 % a las obras sociales. Una transferencia de 4.000 millones de dólares por año a las grandes patronales, a costa de los jubilados, los desocupados y los trabajadores.


-La eliminación de la actual cobertura médica universal y la puesta en vigencia de una cobertura mínima, asistencial, es decir de sobrevivencia, que será llamada PMO -Programa Médico Obligatorio-. Por todos los demás servicios, el trabajador deberá asociarse, pagando, claro, a otros ‘programas’.


-El desmantelamiento del PAMI, con la transferencia de 500.000 pensionados a la Secretaría de Acción Social, sin garantía de prestación médica y la pérdida de beneficios de turismo para los jubilados.


Esto significa el robo de la salud, la quiebra conciente y deliberada del PAMI para su privatización, el congelamiento de las jubilaciones de por vida.


Gerardo Martínez y sus secuaces firmaron esta entregada con la intención de recibir el ‘financiamiento’ del Banco Mundial, preparatorio de la privatización, y buscar un pulpo bancario o asegurador como ‘socio’ para entregar las obras sociales.


Como ya ocurre con las AFJP y las ART, la burocracia quedará asociada a las migajas que le tiren los grandes capitales.


Por este negocio, la burocracia de la CGT oficialista dio por concluido el enfrentamiento con el gobierno, que dio lugar al ‘cese’ del 6 de setiembre. Lamentablemente, pudo contar para ello con la tregua que desde el 6 le dieron las burocracias del MTA y CTA, y por sobre todo, con la omisión de los dirigentes del CTA y del MTA respecto de la entrega de las Obras Sociales.


Para los cuatro millones de desocupados, la desregulación y privatización de las obras sociales significa el abandono a la asistencia del hospital público en ruinas. La contracara de esto es un negocio de 15.000 millones de dólares.


Menem y Cavallo quieren salvar a la clase capitalista hundiendo al conjunto de la Nación explotada. Rechacemos la desregulación y privatización de las obras sociales, del PAMI y de la salud pública. Que las organizaciones obreras lancen una campaña contra esta entrega y por la integridad de las Obras Sociales y del Pami, bajo el control y la gestión de la base de los trabajadores.


Llamamos a organizar una campaña por la derogación del decreto 492, el 292 y todos los decretos de desregulación de las obras sociales, la defensa de la cobertura universal y solidaria y un plan único de salud estatal bajo control de los trabajadores.


Por todo esto, convocamos a un encuentro el sábado 11 en la UTN de la Capital.