Políticas

26/4/2001|704

Para que el Euro

Hasta ahora nadie parece conocer los motivos que tuvo Cavallo para incluir al euro en la determinación del tipo de cambio del peso. Pero cualesquiera sean esas razones, la novedad constituye un reconocimiento del fracaso de la paridad con el dólar, que estableció la ley de convertibilidad. Por un lado, el peso ha quedado sobrevaluado como consecuencia de la sobrevaluación del dólar; por el otro, el país ha quedado endeudado más allá de todas sus posibilidades, como consecuencia de la garantía de cambio otorgada por la paridad 1 a 1. Con la incorporación del euro, el tipo de cambio pasa a ser incierto, lo que constituye un factor de riesgo para el especulador y reduce la tendencia al endeudamiento fácil del país.


El problema es que la sobrevaluación del peso, sólo en parte, está motivada por el dólar; el factor principal de esa sobrevaluación es la devaluación del real brasileño, ya que la Argentina realiza con Brasil el 30% de su comercio exterior. Sólo incorporando el real a la canasta de monedas se podría corregir esta situación, pero Cavallo lo ha rechazado, alegando que el real es inflacionario. Con relación a introducir un factor de riesgo para el especulador, Cavallo llega tarde con el euro, esto porque la Argentina está más allá de cualquier riesgo, está en cesación de pagos.


En definitiva, Cavallo no ha podido explicar su movida, simplemente porque ella no tiene explicación, más que reflejar con retraso una opinión que Cavallo se formó el año pasado. No hay que excluir, por lo tanto, que detrás de la intención de crear un cambio fluctuante, se esconda la intención de devaluar, sea aplicando de inmediato la canasta, con un euro a 0,88 dólar, sin esperar que llegue a la paridad con el dólar, o mediante un acuerdo con Brasil para que, una vez devaluado el peso, tanto la moneda argentina como el real, pasen a cotizarse contra una canasta de monedas, que incluiría a otras más allá del euro.