Políticas

28/1/2015|1348

Para salvar a ATE de su fractura

Construyamos una lista clasista


Se han convocado las elecciones de ATE para elegir Consejo Directivo Nacional, consejos directivos seccionales y congresales para todos los niveles el próximo 25 de junio.


 


El sindicato atraviesa la peor crisis de su historia. Como ocurriera en la CTA, una parte de la conducción histórica ha sido cooptada por el kirchnerismo. A mediados del año pasado, Depetri lanzó su candidatura a secretario general nacional en un plenario que contó con la presencia de las cabezas de ATE-Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y dirigentes de casi todo el país. ATE Capital está dividida, con media directiva en manos del gobierno y organismos que funcionan de forma paralela.


La crisis al interior del propio michelismo es aguda. Micheli ya había hecho pública la falta de apoyo de ATE en la última elección de la CTA Autónoma. Gran parte de las seccionales “michelistas” responden a los oficialismos locales, lo que muestra la base endeble sobre la que se mueve la conducción.


 


En estas elecciones, en la provincia de Buenos Aires se presentarán, además de una lista K, otra formada por Isasi (actual secretario general) y De Gennaro, más otra de Ortellado que cuenta con el apoyo de Micheli y más de seis seccionales del conurbano bonaerense.


 


Las negociaciones para formar una lista única a nivel nacional entre michelistas y kirchneristas, de concretarse, puede redundar en un fractura poselectoral como sucediera oportunamente en ATE Capital.


 


Esta crisis es un reflejo del impasse y disgregación política de la centroizquierda a nivel nacional, con los oficialistas yendo detrás de Scioli y los opositores del FA Unen debatiendo su apoyo a Macri o Massa. La solitaria candidatura presidencial de De Gennaro no tiene perspectivas siquiera de sortear las Paso, pero en Santa Fe su Unidad Popular es parte del frente que gobierna junto a la UCR y el PS de Binner.


 


Mientras la burocracia se disputa la caja del sindicato, la situación de los estatales se agrava día a día. A la brutal pérdida del poder adquisitivo se le suman la precarización laboral bajo la forma de contratos y pasantías. El ajuste fiscal que impulsan oficialistas y opositores tendrá como principal destinatario el salario de los estatales.


 


Frente a esta situación, más que nunca necesitamos un sindicato fuerte que enfrente la ofensiva que viene y organice a los trabajadores para dar una batalla por nuestras reivindicaciones. La predisposición a la lucha se ha puesto sobradamente de manifiesto en las luchas que encararon las juntas internas combativas, que han sido ignoradas o aisladas por la conducción del sindicato.


El estatuto de ATE -a diferencia de otros sindicatos de las CTA como Conadu Histórica, Ademys, Cicop o Suteba- no da lugar a la representación de minorías, lo que significa un gran aporte para la división por ser incapaz de contener las presiones políticas divergentes que existen en su seno.


 


Para impedir la fractura de nuestro sindicato es necesaria una intervención con un programa de independencia de clase, que parta de la ruptura con los partidos del sistema y se proponga la reorganización del sindicato en un Congreso de delegados de base electos a través de asambleas en todo el país. Que discuta un programa, un plan de acción y la reforma de los estatutos que garantice la representación proporcional (D'Hont) de las diferentes listas y expresiones políticas en todos los organismos de la asociación.


 


Llamamos a los trabajadores, delegados y agrupaciones de ATE a poner en pie una lista clasista que plantee esta perspectiva con el propósito de defender a nuestro sindicato. En función de dar impulso a este planteo y preparar la lucha por las paritarias, realizaremos el 28 de febrero en la Ciudad de Buenos Aires un gran plenario nacional de las agrupaciones estatales vinculadas a la Coordinadora Sindical Clasista – PO.