PARAGUAY | Movilización campesina por tierra y viviendas

Unos 10 mil campesinos ocuparon el centro de Asunción el jueves 26, al marchar hasta el Congreso para exigir que Fernando Lugo cumpla sus compromisos de “reforma agraria” y ejecute los planes de vivienda prometidos durante su campaña electoral.

“Para nosotros el cambio no llegó nunca, todo continúa igual que antes del 20 de abril”, declaró una dirigente de la Federación Nacional Campesina (FNC), Teodolina Villalba, en referencia a la fecha en que asumió el actual presidente (Reuter, 27/3). La FNC agrupa a unos 270 mil campesinos pobres y se moviliza desde 1994.

“Los centros de salud están desabastecidos, las escuelas no tienen asientos ni útiles ni libros y las comunidades continúan sin servicios básicos”, añadió Villalba. La manifestación campesina obligó a Lugo a postergar un viaje al sur del país que tenía previsto hacer con el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de visita en Paraguay.

Un documento de la FNC indica que el 80 por ciento de las tierras labrantías del país se encuentra en manos del 1 por ciento de los propietarios, y el 74 por ciento de las tierras repartidas hasta el año 2000 terminaron en manos de personas que no eran sujetos de la reforma agraria.

“El discurso de cambio preponderó durante la contienda electoral e inundó de esperanzas el imaginario futuro de Paraguay, pero lentamente esas ilusiones parecen esfumarse y alejarse hacia el horizonte”, añade el escrito de la Federación Campesina.

La “reforma agraria” propuesta por Lugo en su campaña sólo consistía en comprar tierras para entregarlas a los campesinos. Ese plan, del todo insuficiente, no pudo ni comenzar por la caída en los precios de las materias primas debido a la crisis internacional. Ahora, Lugo estaría obligado a movilizar a la masa campesina para impulsar una revolución agraria o a enfrentarse con su propia base social. Si las nacionalizaciones, que ni siquiera son tales, de Evo Morales y Hugo Chávez marchan hacia el fracaso, la “reforma agraria” de Lugo queda fallida antes de empezar.

Además, Paraguay sufre una situación de opresión nacional no sólo por parte del imperialismo; también de la Argentina y de Brasil, que le pagan la energía de la presa Itaipú a menos de la cuarta parte del precio internacional, además de las distorsiones que el Mercosur introduce en el intercambio comercial de la región en perjuicio de Paraguay y de Uruguay.

A.G.