Cientos de vecinos del Barrio Lomas del Mirador II de Paraná, en su gran mayoría mujeres, jóvenes y niños, derribaron a golpes de martillos y mazas el muro que los separaba del Barrio Lomas del Mirador I. Los dos son barrios empobrecidos del este de Paraná.

El muro había sido construido hace tres meses por la Municipalidad, a pedido de los vecinos del Barrio I “para frenar los robos”. Pero ni el muro ni la fuerte presencia policial lograron detenerlos.

Para los vecinos del Barrio II, el muro era una afrenta. “A mí me enferma esa pared”, declaró María Ester, vecina del Barrio II, a cada periodista que se le puso enfrente” (Uno, 9/4). Además de impedir el paso, el muro discrimina: “Este paredón te marca en todos lados. A donde vas y decís: soy del Lomas II, ya sos mal mirado porque está el muro. Nada más que por eso” (ídem). Ni trabajo ni escuela, gracias al muro.

Pasadas las 15.10, de este lunes 13,  mujeres con martillos terminaron de derribar la sección del muro que impedía el paso por la escalera que da al patio de Lomas del Mirador I. “En pocos minutos cedió la estructura de material y mientras caían los escombros, el estruendo y silbatina de los vecinos que arengaban a las mujeres” (Uno, 14/4). La policía impidió que los vecinos derribaran el resto del muro, de 30 metros de largo y dos de altura.

Varias vecinas del Barrio II denunciaron, después de haber derribado el muro, que están sufriendo aprietes y amenazas de la policía.

No hubo en acción punteros; la prensa destaca que fue la decisión de un barrio, encabezado por sus mujeres, que se venía madurando desde hace meses. Las compañeras tomaron el pico y la maza para terminar con la discriminación. No esperaron; tomaron las cosas en sus propias manos.

Paraná, San Fermando, caen los muros de la discriminación. Derribemos todos los muros que nos condenan al hambre, a la miseria y a la opresión.