Políticas

23/5/2019

Paritaria metalúrgica: Otra vez el sindicato acepta el “techo” del gobierno nacional

Por un plan de lucha, por el salario y contra los despidos

Luego de varias reuniones fallidas se cerró la paritaria hasta enero del 2020. El aumento salarial será de un 28% en tres tramos: primero un 15% de aumento en abril, que será retroactivo, 8% en julio y 5% en octubre, con cláusula de revisión en noviembre. El anuncio mentiroso del 36% olvida mencionar que el 8% restante, al que gremio aduce una supuesta recomposición salarial, corresponde a sumas no remunerativas que se otorgaran por única vez. 


A pesar de que, en uno de sus discursos en la puerta de la Secretaría de Trabajo, al finalizar la reunión con las cámaras, Caló denunció que “el gobierno le quiere poner techo a la paritaria y nosotros no lo vamos a aceptar”, la UOM junto al gremio gastronómico aceptaron el techo.


El piso del salario de los trabajadores metalúrgicos se denomina Ingreso Mínimo Global de Referencia (IMGR). El acta firmada plantea que este ingreso deberá ser de $25.855 a partir de enero del 2020, mientras que el costo de canasta básica total trepó en marzo a 27.570,42 pesos según el Indec. Las cifras oficiales dan cuenta de una inflación de 54,7 por ciento interanual, con una proyección estimada para el 2019 que ya supera el 40,5% (Eco Go y UTDT). Para cuando terminen de entrar las cuotas el aumento no sólo se habrá licuado, sino que vamos a haber perdido una parte significativa de nuestro salario real. 


En el Congreso la conducción prometió exigir un 20% para que al menos se “compense la pérdida del poder adquisitivo”, confesando de este modo el desastre que fueron los anteriores acuerdos. Terminaron firmando un miserable 8% no remunerativo.


La situación general de los metalúrgicos es acuciante. Según un relevamiento de Adimra, en el primer bimestre del 2019 la producción metalúrgica registró una disminución del 7,8% en términos interanuales, a partir de una contracción de 8,4% en enero y 7,1% en el segundo mes del año. El propio Caló reconoce que desde el 2015 hay 50 mil trabajadores menos.


El congreso en Mar Del Plata había aprobado la realización de un paro que fue levantado de inmediato, tras aceptarse la conciliación obligatoria, luego se amagó con otro paro para el jueves 23 de mayo que se levantó tras la aceptación de esta paritaria, el gremio ya venía de varios paros levantados durante el 2018 y al cual se le sumo su no adhesión al paro general del 30 de abril. La política de amagar paros no ha hecho crecer los salarios metalúrgicos.


Los metalúrgicos estamos presos de una conducción que le da la espalda a los reclamos, defendiendo intereses creados junto a los empresarios y el estado. Es imperioso romper esta parálisis, impulsando la deliberación en cada una de las fábricas para poner en pie un plan de lucha nacional.


Debemos reclamar un aumento al básico no menor al 45% más una revisión mensual, que acompañe la variación de precios y el desfasaje que arrastramos, de modo de ir acercándonos a un salario mínimo que cubra la canasta familiar. Además, para que el reajuste salarial se pueda sentir en los bolsillos debe ser en una sola vez, rechazando los aumentos escalonados.


Para imponer estas reivindicaciones defendemos las herramientas que históricamente ha utilizado la clase obrera argentina: la asamblea general de afiliados, la asamblea general de fábrica, el paro nacional con movilización, el plan de lucha escalonado. La defensa del salario y de los puestos de trabajo, deben ser nuestras dos prioridades; ambas por igual. 


El verso de hacer concesiones a los empresarios para preservar el empleo nos llevó a una pérdida sustancial de ingresos y, simultáneamente, a miles de despidos y suspensiones. 


En nuestro gremio, los cierres de fábricas y la habilitación por parte de este gobierno de los Procesos Preventivos de Crisis, son moneda corriente. El caso de la planta de Rosario de la multinacional Electrolux es el más resonante por estos días: 40 despidos de un total de 100 este año. 


¿Y qué ha hecho la UOM? Nada. Peor que eso: los compañeros denuncian la complicidad del sindicato en el armado de la lista de despedidos, entre los que se cuentan varios activistas y la organización de patotas contra el reclamo de los despedidos. Ni un solo despido más Reincorporación de los compañeros de Siam, Electrolux y de todos los despedidos en el último periodo. Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. Apertura de los libros contables de toda empresa que quiera cesantear Ocupación de toda fábrica que despida o cierre.


Necesitamos un paro activo nacional de 36 horas y un plan de lucha para ponerle freno a esta política. Que se convoque a un congreso de delegados de base, para unificar y proyectar la fuerza enorme de los metalúrgicos, hoy contenida por la política del secretariado de la UOM.


Paremos y movilicemos con todo este 29 de mayo y exijamos la continuidad de un plan de lucha nacional. Aumento de emergencia para los jubilados y eliminación del impuesto al salario. ¡Que la crisis la paguen las patronales!


Luchemos por una nueva dirección en la UOM; por la recuperación del sindicato para llevar adelante un programa propio de los trabajadores.