Patán de “Tiempo Argentino” en otro acto de hipocresía

Actitud, coherencia y decisión no son atributos de los que adolezca este gobierno”, así caracterizó (Tiempo Argentino, 23/2) Demetrio Iramain -director de la revista de Madres de Plaza de Mayo Sueños Compartidos y columnista del diario Tiempo- a la detención de Pedraza.

Pero es este mismo hombre el que un mes antes (13/1) salió a editorializar contra el PO en Tiempo Argentino oponiéndose al reclamo de nuestro Partido para que el gobierno metiera en cana a Pedraza y apartara a la Ugofe que él integra de la dirección del Ferrocarril Roca. Decía entonces: “Sí, en cambio, resulta factible imaginar qué sucedería si un día el gobierno ‘rompiera con Pedraza’ a la manera que lo reclama Ramal. Seguramente la Unión Ferroviaria, en respuesta, cortaría el servicio de trenes de todas las líneas por varias horas y la ciudad se convertiría en un caos mucho mayor al del 23 de diciembre último, en cuyo caso bandas muy bien sincronizadas y listas para el desmadre la pudrirían simultáneamente en Once, en Retiro y en Constitución. Y en ese caso, ¿qué haría el PO? ¿Ayudaría acaso a romper las estaciones también? ¿No estaría en esa circunstancia siendo funcional a Pedraza?”. Como se ve, Iramain es un patán. Ni siquiera menciona la capitulación del gobierno K cuando ordenó liberar al burócrata Venegas, desde la CGT y desde la Casa Rosada. Las vergonzosas piruetas de Iramain demuestran que el solo propósito de los escribas K es valerse del asesinato de nuestro compañero Mariano para atacar al Partido Obrero por luchar contra la política de tercerizaciones del kirchnerismo. Iramain no dice una palabra de los obstáculos que pone el gobierno a la investigación de los desmanes en la estación Constitución, los que había atribuido al PO, pero que fueron realizados por las patotas de la Unión Ferroviaria.

Es posible, pero para nada seguro, que CFK haya decidido entregar a Pedraza, como Obama lo hizo con Mubarak, pero en ambos casos para salvar al sistema -en nuestro caso, el régimen de la burocracia sindical en los sindicatos y en la Unión Ferroviaria, así como los negociados del transporte y en la gestión del ferrocarril. Despegarse de un socio político y económico no es equivalente a condenarlo ni a la intención de esclarecer el crimen hasta la raíz. La mafia de Pedraza sigue integrando el gobierno, hasta en el Belgrano Cargas. Nosotros luchamos por el juicio y castigo a los culpables; los K están tratando de pilotear la crisis política provocada por el crimen.

En otra nota de Tiempo Argentino (“¿Cambiar ahora el mapa sindical?”, 5/12/10), Iramain se opone al surgimiento de un nuevo sindicalismo combativo y antiburocrático: “¿a quiénes les sirve un sindicalismo así, sin vocación de poder, sin estrategia de acumular para incidir severamente en las contradicciones mayores (y no en las secundarias) que distinguen a la sociedad capitalista”, dice. Que sigan entonces los Pedraza. Ya lo había dicho CFK, en noviembre de 2009, cuando inauguró un policlínico ferroviario, al definir a Pedraza como “el sindicalismo que construye” -las mismas palabras del patán. Los Venegas integran ese sindicalismo al igual que Barrionuevo, con cuyos intendentes los K van en yunta en las elecciones en Catamarca.

Más allá de los Iramain, sigue pendiente la lucha por meter presos a los policías que dejaron la zona liberada para el accionar de la patota asesina y de los directivos de Ugofe que colaboraron activamente para que se armara la patota de Pedraza y compañía. Y para terminar con esta mafia enquistada en la Unión Ferroviaria, recuperando el sindicato como arma de defensa y lucha de los intereses de los trabajadores.