Políticas

31/10/2017

Patricia Bullrich ordena detener a un joven por un tuit

Profundiza el accionar represivo del Estado y es un grave atentado a la libertad de expresión.


En una nueva demostración de un régimen que no duda en usar el aparato represivo de manera envilecida y que atenta con métodos policíacos contra la libertad de expresión, la ministra Patricia Bullrich mandó a detener a un joven que había tuiteado una canción de cancha en lo que el gobierno consideró una amenaza a la vida del presidente. El joven de 20 años había tuiteado una canción de cancha que se canta en todos los estadios y había cambiado el nombre del equipo rival, como es tradicional en las hinchadas, por el apellido Macri. “Macri te vamos a matar no te va a salvar ni la federal (La 12)”, había escrito en su cuenta en la red social en agosto de este año y desató una cacería que incluyó tareas de inteligencia, oficios judiciales e intervención de teléfonos que no bastaron para que el ministerio de Seguridad se diera cuenta que la supuesta amenaza no era tal, sino una sencilla intervención en broma.


 


El ministerio anunció con bombos y platillos la detención del joven, quien ahora enfrenta un proceso judicial en su contra que podría significarle penas de prisión. “No vamos a permitir que nadie genere miedo o incertidumbre. Aquellos que cometan amenazas o intimidaciones no quedarán impunes: vamos a trabajar para que rindan cuentas ante la Justicia", había dicho la ministra Bullrich. El joven pidió disculpas en su cuenta de twitter y aclaró que no era “su intención matar a nadie”. El accionar de Bullrich se inscribe en las amenazas represivas de un gobierno que impulsa las salidas autoritarias al conflicto social y, como se puede apreciar, incluso contra la libertad de expresión.


 


Mientras ocurría todo esto, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que agrupa a las grandes patronales periodísticas del continente, reunida en Estados Unidos, destacaba "el alto nivel de libertad de prensa que vive el país" y entregaba a Clarín –uno de los mayores operadores mediáticos del actual gobierno– dos premios a la "excelencia periodística".


 


Mientras el Estado persigue y espía a un joven por tuitear una broma, encubre el crimen de Santiago Maldonado y a los gendarmes acusados.


 


Se debe repudiar el rumbo represivo del gobierno macrista y exigir que se anule la causa judicial iniciada al joven de 20 años. Se trata de un grave atentado contra la libertad de expresión de los explotados.