Políticas

30/9/2004|870

PCR, la ideología de un aparato

El PCR ha publicado un artículo contra el PO de Tucumán, que en su anteúltimo pá­rrafo dice: "Es verdad que nos equivoca­mos cuando firmamos el documento en el que el gobierno provincial se comprome­tía a implementar todas las conquistas conseguidas por la lucha y donde metió un párrafo de compromiso de paz social has­ta abril de 2005" (Hoy, N° 1.032). Pero el ‘error’ ya fue corregido, incluso antes de haberlo admitido, porque “…ya el martes 7 de septiembre la CCC estuvo en las ca­lles y rutas de Tucumán”. Es decir que el PCR figura en la noble lista de los que no pudiendo evitar el ‘error’ son rápidos en co­rregirlo. Lamentablemente, el relato se en­sombrece entre la evidencia de que se tra­tó de la cuarta experiencia con el mismo error’ y la misma ‘enmienda’. El PCR ha convertido al virtuosismo en un deporte. Recordemos sus pactos con Rodríguez Saá, Duhalde, Kirchner (dos veces). En to­dos los casos la CCC "volvía a estar en las calles o en las rutas”, para volver a pactar luego del fracaso de esos pactos. Entre­tanto, la burguesía lograba tiempo y espa­cio para su política y para dividir al movi­miento popular.


El texto de “respuesta” al PO se lla­ma “Acerca del famoso Congreso de Ba­ses del PO", cuando el centro de la polé­mica era la tregua y la firma de la paz so­cial con el gobierno de Alperovich y no las divergencias en tomo al Congreso de Ba­ses. La CCC, en realidad, se declaró en tregua en conjunto con la dirigencia de la CTA, antes de firmar la cláusula de paz social. Nombraron a Miranda, ex gober­nador duhaldista, el de la desnutrición in­fantil, como “mediador" del conflicto (so­bre este hecho, Juan Rodríguez, autor del artículo, guarda silencio). En función de esta política la CCC y la CTA declararon que no iban a la marcha del 11 de agos­to, a pesar de haberla votado en un plenario que la acordó por unanimidad.


Sobre el Congreso de bases


Juan Rodríguez es contrario a los Congresos de bases. Esto es compren­sible, porque el PCR no es un partido si­no un aparato y porque, a diferencia de Marx, tiene intereses particulares que se oponen a los de conjunto de la dase obrera. En los plenarios sostuvieron que cada organización consulta a sus propias bases y no se las debe mezclar. En el Congreso de Fotia hubo una importante participación de las bases de las organi­zaciones firmantes de la convocatoria y se elaboró un documento que caracteri­zó la política del gobierno y condenó la tregua, ratificando la movilización del 11 de agosto. La CCC y la CTA, primero vo­taron a favor de esta marcha, y luego hi­cieron rancho aparte para concertar con Miranda y el gobierno.


No es necesario defender el lugar ganado por el PO en la movilización, por­que ya forma parte de la crónica. Ha si­do logrado con una política de unidad, lu­cha e independencia obrera.


El PCR acusa al PO de haber em­bellecido, hace más de un quinquenio, a Parajón y Pueblo Unido; en realidad, un frente de movilización que rompimos cuando agotó sus posibilidades. Pero el PCR integró la reciente Multisectorial con Pueblo Unido, Parajón y otras fuerzas del centroizquierda, para oponerse a la mo­vilización (Marcha de la Bronca) invocan­do la presencia de la CTA.


¿Algo más? La CCC viene de ca­racterizar como un “buen gesto" el anun­cio de Alperovich de adherir a la resolu­ción nacional de elevar el salario mínimo, cuando lo único que hizo fue mantener el básico de 100,8 pesos. Más grave aún es el silencio de Juan Rodríguez, el PCR y la CCC, sobre el procesamiento de Cel­so Sosa, por denuncias de una empresa vinculada al actual gobernador, cuando las fuerzas del Sitracon y el Polo Obrero se están movilizando para arrancar su absolución.