Pedofilia clerical, sí; derecho al aborto, no

El Vaticano opinó sobre las atrocidades cometidas por su sucursal en Irlanda por boca del actual prefecto vaticano y ex obispo de Toledo, Antonio Cañizares: “No es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios con los millones de vidas destruidas por el aborto” (El Periódico de Aragón, 28/5). E insistió: “No es comparable lo que pueda haber ocurrido en Irlanda con lo que está ocurriendo con el aborto. Más de 40 millones de seres humanos destruidos legalmente, cuando la legislación tendría que apoyar el derecho y la justicia” (20minutos.es, 28/5). Es de público conocimiento que el Vaticano se encarga de “guardar” a los curas pedófilos y de pagar sus abogados durante los procesos -si es que no logran esconderlos antes tras los muros de su Estado.

El ex primado de España “había sido despedido con honores en enero pasado por Rodríguez Zapatero” (La Nación, 29/5). Su respaldo al Estado y a la Iglesia irlandesa se produce en medio de la reforma de ley de aborto en España, que ampliaría a 14 semanas el plazo para abortar y reconocería ese derecho a las menores de 16 años sin que medie autorización de los padres. El gobierno español sintió la estocada y calificó de “irresponsables” los dichos del cura y le aclaró que “ambas cosas son francamente distintas” (ídem). Pero no dijo ni una palabra de suspender el financiamiento de una institución de abuso a menores y ataque permanente a las mujeres.
 

Clementina Robles