Políticas

4/7/2017

Peligra la histórica Casa del Virrey Liniers


La Casa del Virrey Liniers y la ex Editorial Estrada, ambas propiedades ubicadas en el casco histórico de la Ciudad de Buenos Aires y actual sede de la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico, está atravesando una seria crisis. Al desguace de su espacio físico y el desmembramiento de áreas especializadas en relación a la conservación del patrimonio y a la historia de la Ciudad, se agrega un plan de obras que pone en serio peligro su patrimonio.


 


El Gobierno de la Ciudad pretende cerrar las puertas de la Dirección General para realizar obras de puesta en valor en un contexto de gran incertidumbre para los trabajadores, debido a que no se da a conocer el proyecto así como tampoco los planos aprobados y el permiso de obra con sus respectivos plazos. No existen garantías de que terminada la “reforma” edilicia no se destruya el patrimonio y los trabajadores no regresen a las mencionadas casas históricas, a sus puestos y funciones de trabajo. Esta situación ya ha provocado las primeras renuncias de funcionarios del área.


 


Por lo demás, los trabajadores serán reubicados en una ex fábrica, al sur de la Ciudad, que no cumple con las condiciones de infraestructura para el desarrollo de tareas como el funcionamiento del Archivo Histórico y la Biblioteca especializada.


 


La “puesta en valor” ya tiene antecedentes negativos. Recientemente se reabrió el museo Carlos Gardel que conservaba la casa donde vivió el músico; las obras desnaturalizaron completamente la conservación de la casa convirtiéndola en una sala de exposiciones.


 


Detrás de estas obras innecesarias y desaprensivas se encuentran jugosos contratos que están fuera de cualquier control.


 


El derrotero


 


En el año 2010, el Gobierno de la Ciudad adquirió a través de un decreto las propiedades de Bolívar 466 –protegida por el Código de Planeamiento Urbano– y Venezuela 469 –declarada Monumento Histórico Nacional– a fines de albergar el Archivo Histórico de la Ciudad y para llevar adelante tareas de salvaguarda del patrimonio porteño ya que, según los fundamentos de la ley, “no existe en la Ciudad de Buenos Aires un lugar que reúna las condiciones (…) que permitiera al área contar con sus tareas habituales y contar con espacio y condiciones especiales para alojar el Archivo del Instituto Histórico”.


 


En 2015, Guillermo Alonso, Director General de la Institución, llevó a cabo un brutal recorte de presupuesto, fusionando tres direcciones independientes y devastando áreas destinadas a la investigación y a la preservación del patrimonio de la Ciudad.


 


Ponemos en alerta a toda la comunidad frente al cierre inminente de la Institución. Trabajadores, investigadores, estudiantes y profesionales exigen a Guillermo Alonso un proyecto y cronograma de obra aprobados por todos los trabajadores para que se preserven las funciones destinadas al cuidado de nuestro patrimonio.