Políticas

8/6/2000|667

Personal militar en la marcha de la CGT

Es sorprendente que la prensa nacional que dedica tanto espacio a cualquier suerte de comidillas políticas y a toda clase de macaneos parlamentarios y cholulos, no hubiera comentado e incluso editorializado la pequeña nota en la que Clarín informa que “Más de trescientos militares, entre ellos oficiales de graduación intermedia y suboficiales, asistieron a la marcha convocada el miércoles por la central de trabajadores disidente, en la Plaza de Mayo” (4/6). La politización de las fuerzas armadas, en especial cuando involucra a los mandos inferiores y a la tropa, ha sido siempre un síntoma de extraordinaria crisis en el régimen político de turno. Cuánto más si está ligada, entrelazada o vinculada con una movilización obrera o con una protesta contra el Fondo Monetario Internacional.


Es muy probable que una parte de esa presencia militar obedezca al apoyo que los Rico y los Patti dieron al acto de la CGT. Pero no debe haber sido toda. Incluso los que pudieran seguir a Rico y a Patti no tienen necesariamente las mismas motivaciones que éstos, que no son las de la liberación nacional sino las del reforzamiento del aparato represivo al servicio de una política de entrega de la


nación. Muchos de los que asistieron deben ser justicialistas, pero incluso este hecho es potencialmente explosivo dado el apoyo del PJ al ajuste fondomonetarista de la Alianza y a su prolongadísimo respaldo al gobierno más entreguista y antiobrero de todos, el de Menem.


Lo ocurrido debe servir para que todos los obreros prestemos mayor atención a lo que ocurre en los estratos inferiores del ejército, de manera de poder ejercer sobre ellos una influencia real y ganarlos para la lucha de las masas contra la explotación capitalista.