Políticas

31/8/2006|961

Petróleo: La ‘ambigüedad’ de Solanas (y de los MST)

‘Pino’ Solanas, ex diputado del Frente Grande y dirigente del Moreno (Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora) está promoviendo una campaña “por un millón de firmas por la argentinización (sic) del petróleo y el gas y la modificación del artículo 124 de la Constitución que otorga su dominio a las provincias” (Página/12, 7/8).


Solanas también declaró que el gobierno es “ambiguo” en materia petrolera (diario El Ciudadano). Pero esto no es cierto: después de tres años de gobierno K., Repsol y los demás monopolios petroleros siguen vivitos y coleando llenándose de superganancias gracias al despojo de la privatización de YPF y al saqueo de los recursos naturales.


Lo que es ambigua es la posición de Pino Solanas, que pretende que el gobierno se ‘anime’ con una ‘argentinización’.


“Más allá de que lo haga este gobierno o el que venga… nuestra campaña es una patriada amplia” (diario La Capital de Rosario, 4/8). No se trata, por lo tanto, de una lucha sino de brindar testimonio a este o a futuros gobiernos.


Solanas intenta convencer al gobierno de que es posible nacionalizar el petróleo y el gas sin romper con las petroleras: “La experiencia boliviana, dice, demuestra que es posible sin el caos económico anunciado, ni el retiro de las petroleras” (ídem Página/12). Lo que está ocurriendo en Bolivia demuestra el fracaso de las nacionalizaciones burguesas.


Solanas no se decide entre la ‘argentinización” y la ‘nacionalización’, pero es claro que reivindica solamente una estatización formal, que deja la explotación a los pulpos internacionales con alguna asociación local. Solanas defiende a Enarsa, que ha sido creada por Kirchner, para facilitar la entrega de las reservas que se encuentran en aguas profundas del Mar Argentino.


Al revés de lo que dicen Solanas y sus seguidores, la experiencia boliviana demuestra que la asociación con los monopolios, incluidos los del ‘amigo’ Lula condicionan las nacionalizaciones formales (sin expropiación). Para el Wall Street Journal (reproducido por La Nación, 15/8), “esta puede ser una oportunidad para compañías inteligentes que ayuden a YPFB a ponerse de pie y se ayuden a sí mismas al mantenerse dentro del sector energético boliviano” (hasta Wall Street apoya la ‘bolivianización’). No es casual que Pino Solanas reivindique al ex presidente Frondizi, que fue quien armó las concesiones con los monopolios, “como parte de una inteligente política de Estado”.


Hace 48 horas, luego de la presentación, por Kirchner, de los proyectos de desgravación a los monopolios petróleros (ver nota), Pino Solanas declaró: “Estamos ante una gran contradicción: cuando el gobierno se pronuncia contra el Alca y en el marco del Mercosur, y profundiza la alianza estratégica con Brasil o con Venezuela, o en sus políticas de derechos humanos, lo aplaudimos, pero en materia energética es escandaloso…” (comunicado de la CTA, Mar del Plata, 24/8). Pero la alianza estratégica con Brasil” tiene como uno de sus pilares la alianza con Petrobras y Repsol.


La contradicción es de Solanas, no de Kirchner.


Lo llamativo es que la izquierda se ha convertido en furgón de cola de estos planteos. Tanto el MST-Alternativa, como el MST-El Socialista han publicado en sus periódicos (10 y 9/8, respectivamente) extractos de apoyo a la columna publicada por Pino Solanas en Página/12 (7/08). Están también enroladas en un frente electoralista con figurones como Pino Solanas, Mario Cafiero y otros.


La campaña por el millón de firmas es una promoción política de estas figuras.