A dos semanas de lanzada la candidatura por el Partido Obrero para las elecciones anticipadas a intendente, las manifestaciones de apoyo son elocuentes.

Hemos abierto una local en el centro del pueblo con el aporte financiero de los vecinos. La comisión de apoyo realiza pegatinas y pintadas, y comenzamos la recorrida casa por casa llevando la plataforma.

Los vecinos se muestran muy interesados en la propuesta del Partido Obrero, y ya está en boca de todos el llamado para que los candidatos se pongan a prueba en una interpelación pública. No es otra cosa que darle continuidad a una tradición de asambleas populares con que los picunenses hemos defendido el derecho al agua, al trabajo y a la tierra.

Los candidatos oficialistas y los opositores se hacen los distraídos y es el Partido Obrero el único hasta ahora que ha aceptado el desafío.

Los medios provinciales omiten la existencia del PO en las elecciones. Los candidatos del escándalo llevan adelante una campaña aburrida, desmovilizada, sin debates y “en paz”.

Sucede que ninguno quiere hacer olas sobre sus responsabilidades frente a la crisis desatada frente a la privatización del agua, el recorte de la ayuda social, la especulación inmobiliaria, etc. Quieren llegar rápido al 9 de mayo para que la población se limite a hacer la fila frente a las urnas.

El Partido Obrero está en plena campaña, preparando también la presencia del compañero Néstor Pitrola, el 27 y 28 de abril, para reforzar este importante paso adelante del PO que confluye con las necesidades del pueblo y lo mejor del activismo y los luchadores de Picún.

Mientras a Casteblanco (MPN) lo apoya públicamente la burocracia de la UTA y a Casamajou (UNE-PJ) la burocracia de Comercio (CEC), el Partido Obrero apuesta a construir junto a los vecinos una alternativa independiente, de los trabajadores, para Picún y la provincia de Neuquén.