Un foro de “educación” que fue el lanzamiento electoral de la “izquierda” filo-K. Convocatoria a “no delimitarse” de los movimientos nacionalistas. Contra el Frente de Izquierda y por un “frente nacional”.

El llamado “Foro Nacional de Educación para el Cambio Social” ha servido para que sus agrupaciones convocantes, Marea Popular y Darío Santillán, anuncien la intención de intervenir en las elecciones del año próximo. La izquierda ‘filo-k’ intenta otra vez desafiar el ascenso del Frente de Izquierda.

El Foro, en Plaza Houssay, tuvo como actividad central una mesa-debate, ante unas 700 personas, provenientes mayormente del interior del país; luego se realizaron otras actividades menores. Junto a los convocantes participaron de las mismas como invitados el Movimiento Evita, la CTA de Lozano y De Gennaro, el PTS e Izquierda Socialista. La amplitud de los convocados hace a la “síntesis” que se proponen realizar los convocantes. Sobre el programa no dieron muchas pistas, aunque alcanza con recordar que Marea Popular-Darío Santillán han apoyado muchas leyes del gobierno, como la de medios, la re-privatización de YPF, la de tierras y varios etcéteras.
La “izquierda independiente” declara que su agenda pasa por superar el grave error de la izquierda en América Latina, que sería su delimitación estratégica de los movimientos nacionalistas. La tesis es por lo menos curiosa, cuando lo que ha caracterizado a la izquierda latinoamericana es ir a la rastra del nacionalismo civil o militar -desde el stalinismo hasta el nacional-trotskismo, así como la izquierda nacional y el morenismo.

En consonania con esta caracterización, en el Foro plantearon que “no alcanza con un frente de izquierda, hace falta un frente nacional con representantes del nacionalismo”. Así, en vez de sacar conclusiones revolucionarias del agotamiento del kirchnerismo, aspiran a recoger las migajas del desbande inevitable de éste. La posición de Lozano y De Gennaro es la misma pero la migaja es diferente, porque aspiran a ‘cerrar’ con fracciones marginales de Unen. El matrimonio reciente de Marea y Lozano, no superó la velada nupcial.
El PO, aunque no fue invitado, estuvo omnipresente. Ocupó el stand del tiro al blanco de la kermesse. “El peronismo no está agotado”, se escuchó decir a los ‘marxistas’ del campo nacional. Lo mismo dijeron el “Pollo” Sobrero y el “Perro” Santillán, quienes confirmaron de este modo que el Encuentro de Atlanta es un bloque político antagónico al Frente de Izquierda. Para Marea Popular, la década K mostró la vigencia del peronismo y su capacidad de renovación, como ave fénix que siempre renace de las cenizas. No es lo que sostienen, sin embargo, “los soldados de Perón”, que han descalificado al peronismo como un pejotismo desde que Kirchner se desembarazó de Duhalde. Boudou, Scioli, Massa, Echegaray o incluso Fábrega son las huestes peronistas de Alsogaray que rehabilitó el kirchnerismo, junto a notorios aliancistas como el ‘Cavallo’ Chacho Alvarez, Abal Medina, Garré, Giorgi y ‘tutti quanti’. La Cámpora, a la que Marea reivindica, fue una respuesta burocrática y reaccionaria al ascenso de la izquierda revolucionaria en la juventud, que es anterior a 2001 (el lanzamiento público de La Cámpora coincidió con una ola de ocupaciones de colegios y facultades impulsado por la izquierda contra decanos y rectores kirchneristas). Los “campo-funcionarios” llamaron a votar, en la elección de AGD-UBA, por la lista de Marea Popular contra la lista clasista dirigida por el Partido Obrero.

La presencia del Movimiento Evita en el Foro estuvo precedido por el acto organizado, el 1° de Mayo, por esa organización con la “izquierda independiente”. El cierre del acto fue de ‘lujo’: estuvo a cargo del Papa. ¿Por qué sorprenderse si Francisco llamó “a cuidar” a Cristina y a Maduro, y designó para ese menester a los nuncios en Buenos Aires y Caracas? La reivindicación del peronismo incluye al peronista Bergoglio, que fue designado destituyente ‘number one’ durante una década.

Lo ‘nuevo’ de Marea Popular y la Darío Santillán se remite al seguidismo de un nacionalismo que reclama su raíz en el siglo XIX. El pasado los oprime como un peso muerto. Nuestro Frente de Izquierda, en cambio, es el resultado de una crítica incesante a nuestro propio movimiento histórico, fundado en la lucha de clases.

G. S.