Se reunió de emergencia el 9º Plenario del Movimiento de Teatro, al que asistieron más de 55 representantes de salas y teatristas convocados en el Teatro Belisario de la calle Corrientes, que aún permanece cerrado por disposición de Ibarra. La emergencia tiene que ver con que los acuerdos a que se había llegado con el secretario de Cultura, López, para el funcionamiento provisorio de las salas, fueron transgredidos, pues se metió a espaldas de la comisión un artículo exigiendo “planos hechos por arquitectos y firmados por escribano”, cuestión no contemplada en los acuerdos. El teatrista Ricardo Bartis reclamó que el movimiento no se circunscriba a los reclamos de las salas, que se extienda a todas las reivindicaciones de la comunidad teatral, y cuestionó la actuación de la comisión. Otras voces se levantaron para denunciar al gobierno y señalar la falta de dirección unificada del movimiento. Respecto del gobierno, se señaló que hay una guerra interna de camarillas que atasca su funcionamiento. Al final de una reunión circunscripta a dos horas, se estaba aprobando una denuncia por las salas que aún permanecen cerradas y la falta de respeto de López a los acuerdos, por un lado, y por otro se intentaba formar una comisión que dirija el movimiento, en la que se propuso que haya un representante del sindicato de actores, presente en el plenario.