La Ciudad de Buenos Aires tiene más de 2.000 personas que viven en la calle. En los últimos meses, los desalojos se han multiplicado. Hoy, existen 20.000 personas amenazadas con perder su vivienda.

El gobierno de Macri se sirve de la crisis capitalista para expulsar de la Ciudad al trabajador que ya no puede pagar un alquiler o una pensión.

En 2009, el presupuesto de vivienda popular fue reducido a la cuarta parte. Mientras tanto, Macri armó una banda de matones civiles que, en nombre de la defensa del espacio público, desaloja vecinos.

Pero es ese mismo gobierno PRO el que lleva adelante la mayor entrega de espacio público. Los desalojos violentos en la traza de la ex Autopista Tres liberan terrenos para un gran negocio de venta de tierras, cuyo beneficiario es Nicolás Caputo, un capitalista amigo de Macri y de Julio De Vido.

Naturalmente, la entrega de la Ciudad a los monopolios no comenzó con Mauricio Macri: arrancó con Menem y De la Rúa, y continuó con Ibarra y Telerman.

Los que hoy reclaman el voto en nombre del “progresismo” avalaron los mayores negociados de tierras en la historia de la Capital.

Ibarra firmó con Duhalde el acuerdo para legalizar el Casino flotante, símbolo de la Ciudad del capital financiero y de los monopolios turísticos. Pero, también, del narcodelito y de la trata de personas.

El Partido Obrero señala: luchemos por el derecho de los trabajadores a la Ciudad. Basta de desalojos, basta de expulsiones.

Por un plan urbano bajo control de trabajadores y vecinos, que asegure viviendas populares, espacios verdes y culturales.

Votemos: Partido Obrero.

Jorge Altamira, Vanina Biasi, diputados nacionales. Marcelo Ramal, legislador.