Córdoba es una ciudad militarizada, las barriadas obreras viven un estado de sitio permanente. Sin lugar a duda la juventud es el sector más golpeado por el accionar policial.



El aumento en los gastos para armamento, móviles y efectivos sólo ha incrementado la alevosía y el abuso de los uniformados contra el pueblo trabajador. Al mismo tiempo suben los índices de robos, comercialización de drogas y asesinatos.



Es común ver a los policías apañando a los transas en bailes, barrios y hasta escuelas, cobrando cometas o regenteando la prostitución callejera. Abundan las denuncias que involucran a la policía con bandas de narcotraficantes, con asesinatos, con el regenteo de la prostitución y la organización del robo.



Esta es la policía de Schiaretti, la misma que reprimió a los trabajadores estatales en lucha contra el robo de las jubilaciones y que siempre está amenazante en las constantes movilizaciones de los trabajadores cordobeses.



No se trata sólo de la descomposición del aparato policíal, es la fuerza de choque de Schiaretti para hacer pasar su política de descargar la crisis sobre el pueblo trabajador y la juventud la crisis.



Córdoba es una ciudad jaqueada por las pinzas policiales de un lado, y las manifestaciones obreras del otro. La Unión de Juventudes por el Socialismo ha tomado partido abiertamente por el triunfo de las luchas obreras y populares.



Es por esto que lanzó una campaña contra el abuso policial y su instrumento legal, el código de faltas, que establece figuras como el “merodeo”, que sirve para detener a cualquiera sin motivo, o “prostitución escandalosa”, utilizada para cobrar cometas a prostitutas y travestis e impide expresiones de afecto entre personas del mismo sexo. También establece que el comisario sea el juez de primera instancia, es decir que la policía es parte acusadora y juez con la potestad de aplicar penas de hasta…¡15 días de arresto!

Miles de declaraciones han sido repartidas en colegios, call centers, facultades, fábricas, barrios, plazas y parques llamando a la juventud a organizarse para parar el abuso policial y anular el código de faltas.



La respuesta es ampliamente favorable y su primera expresión es la movilización organizada en conjunto con otras organizaciones populares este jueves 10, por las calles de Córdoba. Es la respuesta a la política de los gobiernos como el de Cristina y Schiaretti que sólo pueden ofrecer despidos, hambre y el deterioro de la salud y educación. En la represión encuentran la única forma de enfrentar a la creciente lucha del pueblo trabajador.