Por la libertad de Elena Varela y todos los presos politicos en Chile

Importante acto

Los documentalistas argentinos asociados en Doca realizaron el pasado jueves 21 de agosto un importante acto por la liberación definitiva de la compañera chilena Elena Varela y exigieron frente a la Embajada de Chile el cese de la escalada represiva contra el pueblo mapuche y el conjunto de las luchas populares en ese país.

Elena Varela, miembro de la productora de cine Ojo Film, estuvo arrestada y retenida en el complejo penitenciario de Rancagua, Sexta Región, durante más de tres meses. Su detención se produjo mientras estaba filmando un documental – “Newen Mapuche”-  sobre el conflicto entre las compañías forestales y comunidades mapuche.

Con esta detención y con la requisa de todo el material filmado, el Estado chileno, actuando por mandato de los explotadores forestales y minerales que están destruyendo el medio ambiente, intenta golpear nuevamente al movimiento mapuche – que ya tiene varios compañeros caídos y presos sin condena en su haber. En mayo de este año, la policía detuvo y luego extraditó a documentalistas italianos que filmaban una acción contra las empresas forestales. Algo similar había ocurrido con dos periodistas franceses en marzo.

En lo que va del año, la policía chilena ha detenido a miles de personas por participar en manifestaciones de protesta. La mayoría de ellos son estudiantes – sobre todo menores de edad-  que denuncian golpizas y vejaciones en las comisarías a las que son remitidos. Se trata de todo un modus operandi que se basa en el Decreto Supremo 1086, del año 1984, que exige “que toda manifestación debe hacerse previa solicitud a la Intendencia Regional respectiva, donde se debe precisar los motivos de la misma, los responsables, los oradores y los contenidos de sus discursos”.

Representantes del Comité de Etica Contra la Tortura (CECT) – prestigiado organismo de defensa de los derechos humanos-  da cuenta de 55 casos de “prisión política” a la que han sido sometidos luchadores mapuches desde que Michelle Bachelet asumió la presidencia de este país (11 de marzo de 2006), y documenta el abuso de medidas cautelares como la “prisión preventiva” y la realización de violentos allanamientos similares a los vividos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). El informe incluye dos casos de “violencia innecesaria con resultado de muerte”, ocurridos este año en contra de los indígenas mapuches Johnny Cariqueo Yáñez y Matías Catrileo, ambos de 23 años.

Días antes del acto convocado por Doca, esta “justicia” chilena decidió otorgarle a Elena Varela la prisión domiciliaria. Este hecho, que fue internacionalmente difundido como la obtención de su “libertad”, no es más que una maniobra para descomprimir la repercusión de este atropello. La causa judicial sigue en pie, el material fílmico secuestrado sigue en manos del Estado represor. La ratificación de la acción por su libertad obtiene mayor valor porque denuncia la trampa y da continuidad a la lucha por su liberación definitiva, por la devolución del material, por la libertad a los presos políticos del movimiento mapuche y por el cese de la represión al conjunto de los luchadores chilenos.

Con la presencia del “Cabra”, de Las Manos de Filippi, que se unió al reclamo por la liberación de la compañera, y que destacó que los artistas que estábamos allí tampoco éramos libres sino que debíamos luchar incesantemente por nuestra libertad para crear de forma independiente, se completó una acción cultural que finalizó con una movilización sobre la Embajada donde se exigió la libertad para todos los presos por luchar.