Políticas

29/6/2000|671

Por qué Ibarra dio marcha atrás con la Ley Educativa

Ibarra decidió dar marcha atrás y bajarle el pulgar al proyecto de Ley de Educación. Aunque reconoce la enseñanza privada y revisa el régimen laboral en vigencia (en particular el estatuto), el proyecto no conformó a los organismos financieros internacionales ni a los círculos empresarios y de la educación privada. Es decir, que Ibarra debe proceder a una adaptación a la reforma educativa nacional (polimodal) empezando por la destrucción de los colegios secundarios, cuya implementación está retrasada en relación a otras jurisdicciones.


La presión del clero ha sido decisiva para este brusco cambio de planes. Ibarra considera que algunos aspectos “irritan en vano” a la Iglesia (Página/12, 18/6). La Iglesia reclama que los subsidios se conviertan en aportes obligatorios del estado.


El candidato a ocupar la Secretaría de Educación porteña seria Daniel Filmus, quien ya ha dado sobradas pruebas en lo que a la aplicación de la Ley Federal de Educación se refiere.


En la reunión en que Ibarra transmitió su decisión de archivar el proyecto, a las legisladoras presentes “se les cayeron algunas lágrimas”, pero los disidentes terminaron arrugando y metiendo violín en bolsa.