Políticas

28/10/1993|405

Por qué suben las acciones de YPF

El aumento en más del 50% del precio de las acciones de YPF en tan sólo 3 meses,  debería servir para mandar a Devoto a todo el gobierno nacional. Según los diarios, “las reservas de la petrolera son más voluminosas de lo que se estimaba casualmente antes de la privatización” (Clarín, 13/10). Es decir  que el gobierno subvaluó a YPF exclusivamente con el fin de provocar una ganancia extraordinaria a los especuladores nacionales e internacionales. La diferencia es de 1.500 millones de dólares en perjuicio del Estado.


Pero la persistente suba de las acciones de YPF tiene otro ingrediente. Fue la única acción petrolera que siguió un curso ascendente a pesar de la baja que se produjo en el precio internacional del petróleo, a comienzos de setiembre. En ese momento, YPF (en acuerdo con Esso y Shell) aumentó los precios de las naftas a pesar de que el crudo había caído de precio. Para los especuladores internacionales el mensaje era claro: YPF ganaría siempre, con baja o con suba del petróleo crudo. Pero el mensaje fue más claro aún cuando Cavallo le metió un impuesto a las naftas, para llevar al Tesoro el mayor ingreso de las petroleras. YPF, en lugar de dejarse estar, restableció su beneficio aumentando el precio de la nafta por el equivalente del impuesto. Cuando Cavallo conminó a YPF a derogar el aumento, la “privatizada” no cedió. Ahí se quebraron todas las dudas: YPF daría beneficios extraordinarios con total independencia del mercado, sea nacional o internacional, y del Estado, aunque este se vista del todopoderoso Cavallo.


La “confianza” en el valor de las acciones de YPF es una consecuencia del fraude inicial y del imperio de una ley propia que “protege” a YPF de las contingencias del mercado mundial. Pero por esto mismo el petróleo, como el gas argentino, han dejado de ser una fuente para el desarrollo de las industrias que utilizan esas materias primas como recursos fundamentales (petroquímica, por ejemplo), para convertirse en succión de los consumidores y proveer de  beneficios extraordinarios a los accionistas. La suba de YPF es el reverso de la impasse en que se encuentra metida la industria argentina.