El gobierno ha enviado la Gendarmería al Hospital Francés, el miércoles 8 a la noche, para garantizar un nuevo negociado. El envío de la Gendarmería fue acompañado por una ofensiva judicial contra los miembros de la Interna, que se encuentran procesados por haberse movilizado contra el cierre y por la defensa del Francés.

La presencia de la Gendarmería en el Hospital fue enérgicamente rechazada por una numerosa asamblea que dispuso de inmediato el paro, un abrazo simbólico al Hospital y un acto que realizaron junto a la Fuba, los trabajadores del Clínicas, los delegados combativos y las fuerzas políticas.

Kirchner y la “progresista” Ocaña utilizan la expropiación del Hospital Francés, a la cual se opusieron tenazmente, para montar un nuevo negociado.

La expropiación sólo se limita a los inmuebles del hospital; los antiguos vaciadores recibirán el pago por los inmuebles expropiados. Pero la ley no dice nada de los derechos laborales de los trabajadores. Se los amenaza con que si no se aceptan los traslados (entre 200 y 400) a otras dependencias públicas no habrá salida definitiva a las precarias condiciones de trabajo.

La premisa de los vaciadores es que en el Francés sobra personal. Nada más lejos de la verdad, porque es mucho más costoso tercerizar los servicios y entregárselo a prestadores privados.

De la mano de Ocaña se ha premiado a Morelli, viejo conocido de los trabajadores y responsable del vaciamiento, entregándole la prestación del servicio de Nefrología.

Mientras anuncia que sobran trabajadores, Ocaña ha colocado en las dependencias administrativas a 44 ñoquis, interventores del Pami, que son punteros del kirchnerismo para llevar adelante el desmantelamiento del Hospital, la privatización de los servicios a manos de los viejos prestadores privados o incluso de otros nuevos asociados a la actual camarilla. Sectores como Kinesiología ya han sido notificados que no podrán seguir en el Hospital, ya que en el Pami ya existen prestadores de estos servicios. Lo mismo en el caso de los trabajadores de Farmacia. De los “kioscos” de Tossi, pasamos a los de Ocaña.

Por una verdadera reactivación del Hospital.

Ningún despido, ni traslado.

No a la privatización de los servicios.

Fuera los vaciadores del Hospital.

Pago de la totalidad de la deuda salarial.

Reincorporación de los compañeros despedidos.

Pase a planta permanente a todos los trabajadores.

Desprocesamiento de los compañeros.

Por un Hospital para todos.