Políticas

20/7/2006|955

Por una alternativa obrera y socialista

Elecciones municipales

El 6 de agosto habrá elecciones en todos los municipios de Santiago del Estero. Todos los candidatos de los partidos patronales se proclaman kirchneristas y zamoristas. Ya habían ido en una lista común en las elecciones constituyentes del año pasado.


El ‘nuevo’ régimen de Zamora ha dejado en pie el trabajo en negro, los bajos salarios de docentes, estatales y municipales; la policía de ‘gatillo fácil’, la impunidad de la trata de bebés y de la prostitución infantil; el robo de tierras a los campesinos para expandir la frontera agropecuaria con el sembrado de soja; el total deterioro del sistema hospitalario. Varias listas llevan al mismo candidato a intendente (una ley de lemas camuflada). El PJ de La Banda se ha plegado a la reelección de “Chabay” Ruiz, del Movimiento Viable. Kirchner le dio el espaldarazo nacional a la reelección del radical Alegre en Capital.


Oposición obrera y socialista


El PO ha presentado sus listas. Nuestros candidatos fueron electos en asambleas. En Capital, la lista está encabezada por Nicolás Basualdo, dirigente del PO santiagueño y ex convencional en la Constituyente de 2005; Marcelo Castillo, dirigente estudiantil universitario, ex MST-El Socialista; Andrea Ruiz, dirigente estudiantil terciaria; Mario Basualdo, integrante de la lista de oposición a la burocracia del Sindicato de Empleados de Comercio.


En La Banda, la segunda ciudad de importancia provincial, la Asamblea eligió a Ricardo Brunet, obrero panadero, y a Fabiana Cruz, como primer y segundo concejal. Como candidata a la Defensoría del Pueblo fue nominada la compañera Sara Luna, luchadora por los derechos humanos, madre de un joven asesinado por la superexplotación patronal en una empresa de la familia del dirigente del PJ local. Como primer convencional para la estatuyente municipal, la compañera Marisa Ruiz, dirigente piquetera del Polo.


Las asambleas del PO votaron una plataforma para encarar los problemas de la población trabajadora y poner en pie una alternativa obrera y socialista: salario básico de 1.000 pesos, no al trabajo en negro, no al aumento del boleto, boleto estudiantil de 5 centavos, estatización bajo control obrero y de las asambleas populares vecinales de las empresas del transporte, subsidio al desocupado de 500 pesos, bolsas de trabajo controladas por las organizaciones de desocupados, aumento del presupuesto de salud y educación, plan de obras públicas bajo control de trabajadores y vecinos para resolver los graves problemas de las barriadas (cloacas, agua potable, asfalto, conexión del gas, etc.), disolución de la policía de ‘gatillo fácil’. Y un plan de actos, recorridas en las barriadas y de actos-escraches denunciando los abusos del poder.