Políticas

16/3/2000|658

Por una ciudad para los trabajadores

1 – Basta de confiscación impositiva


Eliminación de los impuestos al salario; derogación del IBA. Ningún impuesto a la vivienda familiar única. Por un impuesto progresivo nacional coparticipable a las grandes ganancias y a los grandes patrimonios inmobiliarios y financieros


2 – Basta de superexplotación


Derogación de la flexibilidad laboral. Por el retiro del proyecto de reforma laboral del Congreso. No al proyecto de cesantías masivas en el empleo público. Por la jornada de ocho horas. Salario mínimo igual a la canasta familiar. Libre negociación colectiva. Paritarios electos en asamblea


3 – Que voten los que trabajan


Derechos político-electorales para los trabajadores de la ciudad que no residan en ella. Legalizacion de los indocumentados y derechos electorales para los trabajadores inmigrantes


4 – Hay una salida para la desocupación


Basta de desocupación. Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. Por un plan de obras públicas bajo control de los trabajadores


5 – La salud es un derecho


Abajo la privatización y la arancelización de la salud. Por un hospital público, irrestricto y gratuito, bajo la gestión libremente elegida de todos sus trabajadores. Por el control obrero electo revocable de todo el servicio de la salud. Por el control obrero de los pulpos farmacéuticos para garantizar medicamentos baratos


6 – Fuera el clero, el FMI, los banqueros, la policía y los narcos de la educación y de la cultura


Pongamos fin a la privatización, ´charterización´ arancelización y clericación de la educación. Derogación de la seudo-reforma educativa. No a la flexibilación y a la ´evaluación´ policiaca y manipuladora de los docentes. Defensa del Estatuto Docente. Fuera el Banco Mundial, el clero, el FMI y las corporaciones capitalistas de la educación y de la cultura. Por una educación estatal laica y gratuita. Separación de la Iglesia del Estado. Por un consejo de educación libre­mente electo y revocable por maestros, profesores, estudiantes, trabajadores de la cultura y trabajadores en forma­ción o entrenamiento profesional.


Por el re-entrenamiento gratuito de los trabajadores desocupados, jubila­dos y en actividad.


Por la unidad de docentes y estudian­tes para luchar contra la represión es­tatal en las escuelas y contra los narco- traficantes y sus socios del aparato re­presivo y del estado.


Por un régimen de pasantías formativas de media jomada, controladas por las organizaciones obreras y estudian­tiles, con un salario básico establecido por convención colectiva. Reconvertir los centros comer­ciales onerosos, ociosos, evasores y ca­reros en grandes centros de la cultura y del arte, bajo la dirección de las orga­nizaciones de trabajadores de la cultu­ra y el control del conjunto de los tra­bajadores.


Por una política educativa y cultural al servicio de la formación intelectual, espiritual, política y profesional de la niñez y juventud trabajadoras, al ser­vicio de la transformación socialista.


7 – Para tener una vivienda, basta de negociados inmobiliarios y bancarios


No a la erradicación de trabaja­dores de la ciudad. Defendamos la residencia de los trabajadores que habitan la Zona Sur. La llamada ur­banización de villas miseria y la preten­dida transformación de la Zona Sur apuntan a la expulsión de los trabajado” res de la ciudad y la apertura de una nueva frontera a la especulación inmo­biliaria y a la presión impositiva sobre el suelo urbano, que encarecerá todavía más el costo de residir en Buenos Aires. Por la cesión de terrenos fiscales y la expropiación de los baldíos privados, con destino a la urbanización de las vi­llas, previo reconocimiento de la pro­piedad del suelo para los actuales habi­tantes.


Reconvertir los inmuebles y ba­rriadas populares y construir vivien­das modernas a bajo precio. Sobre esta base, por un plan de urbanización del Sur bajo control de los trabajadores y de sus residentes.


Por impuestos extraordinarios y pro­gresivos a las viviendas, centros co­merciales y urbanizaciones suntuosas, y a los pulpos de la especulación inmo­biliaria.


Por créditos con intereses reales nu­los. No a la privatización del Ciudad, control obrero de los bancos, renacio­nalización del Hipotecario. Reconversión de las estaciones de servicio, peligrosas y excesivas; por su racionalización en favor de vivien­das, comercios, industrias o escuelas


Apertura de los libros de las estaciones para promover la reducción del precio de los combustibles.


8 – Los pulpos encarecen el transporte, saquean al fisco, contaminan la ciudad, superexplotan a los choferes y destruyen el espacio ciudadano


Pongamos fin a las mafias del transporte urbano y a los nue­vos monopolios de las mafias y los privatizadores del subte y del ferro­carril.


Apertura de los libros de las em­presas de transporte de superficie, tren y subte. Impuesto extraordinario a los superbeneficios y multas confiscatorias por incumplimientos de planes de in­versión.


Reducción del 50% de las tarifas vigentes.


Por un plan de transporte público único de superficie y subte decidido en un congreso de trabajadores que resi­den en la ciudad o trabajan en ella. Por un plan de red de subterráneos bajo control obrero.


Por un plan progresivo para reempla­zar el transporte privado por el públi­co, abaratando el costo de vida y elimi­nando las principales formas de conta­minación del medio ambiente.


Por la total municipalización del puerto, bajo control obrero, para defen­der la renta del comercio exterior, po­ner fin a la fuga de capitales y golpear al narcotráfico y al contrabando.


 


9 – Por una ciudad libre y democrática – sin represión, sin gati­llo fácil, sin policías privadas, sin agentes de la dictadura, sin espías a sueldo del Estado y de los monopolios


Que se derogue el pacto De la Rúa-Ruckauf-Rico, que encubre a la maldita policía y convierte en delito a cualquier lucha popular. Por la derogación del Indulto y de la Obediencia Debida, juicio y perpetua a todos los culpables. Que se investiguen y castiguen todos los crímenes del gati­llo fácil. Reclamemos la libertad de Raúl Castells y de todos los presos po­líticos, y el cese de los dos mil procesos abiertos contra activistas sindicales, piqueteros y fogoneros.


Por la disolución de los aparatos re­presivos.


Por comités electos en asambleas ba­rriales o distritales para asegurar la li­bertad de los ciudadanos y la solidari­dad social.


Por jueces y fiscales electos y revoca­bles por el voto popular, y no designa­dos.


Por jurados populares, juicio público y oral, y completa información a la ciu­dadanía.


Por una justicia gratuita y rápida.


10 – Acabemos con las prebendas estatales, los ñoquis, los amigos y el saqueo del Tesoro público. Desmantelemos el Estado burocrático, de los servicios represivos y de espionajes, que no rinde cuentas a la sociedad y entrelazado con los monopolios capitalistas. Reemplacémoslo por el autogobierno de los que trabajan y de los que crean


Por la inmediata investiga­ción de la gestión municipal de los últimos 20 años.


Por la apertura al conocimiento pú­blico de todas las cuentas municipales, para su investigación por una comisión electa y revocable por el voto popular. POR la inmediata investigación de to­dos los contratos de servicios y privati­zaciones.


Por la investigación de la enorme deuda pública y externa de la ciudad y sus intereses usurarios.


Por la investigación del patrimonio de los funcionarios públicos y de los punteros de los partidos que se turna­ron en el gobierno de la ciudad.


Por la investigación del financia- miento de las campañas electorales millonarias de los partidos oficiales.


Por la investigación de los enormes aportes del municipio a la Iglesia y a sus instituciones colaterales.


Basta de dietas, sueldos y jubilacio­nes de marajás de los funcionarios y de los aparatos de los partidos del siste­ma. El sueldo del legislador o funciona­rio no debe superar el ingreso medio de un trabajador. Que se abran los libros de las empresas capitalistas para reve­lar el financiamiento oculto y multimi­llonario a los partidos del sistema. Por el derecho a la revocación de cualquier funcionario, jefe de gobierno o legislador.


Por el establecimiento del control obrero.


Por la gestión de los trabajadores, en base a principios electivos y revoca­bles, de todas las empresas y oficinas del Estado.


 


11 – El slogan oficial de Ibarra y de Cavallo es “Convertir a Buenos Aires en la capital financiera y turística del Mercosur”.


Es la consigna de la completa privatización de la ciudad; del despojo de la vivienda y del hábitat del pueblo trabajador; de la confiscación a favor de los capitalistas. Opongamos a la ciudad para los banqueros, la especulación y el turismo de lujo; opongamos a esta con­fiscación económica y cultural de Buenos Aires, la transformación social de la ciu­dad bajo la dirección de la clase obrera. Sólo la clase obrera puede convertirse en supervisora del capital y sustituirlo cuando socialmente corresponda, en beneficio del conjunto de la sociedad, debido al lugar que ocupa en el proceso de la pro­ducción. No hay ninguna posibilidad de transformación progresista de la ciudad sin los obreros que trabajan en ella y que, mayoritariamente, residen en el Conurbano


Por el derecho a la injerencia política de la clase obrera en todos los asuntos de la ciu­dad.


Por el ejercicio del control obrero de las obras en construcción por los obreros de la construcción; del sistema de transpor­te, por su obreros, técnicos y choferes; de los bancos y sus operaciones, por los tra­bajadores bancarios; de la educación y la investigación, por los docentes, estu­diantes y trabajadores culturales y cien­tíficos; de la administración pública, por los trabajadores del Estado; de los mer­cados centrales, centros de comercios y supermercados, por sus trabajadores. El control obrero debe sustituir a la complicidad de la burocracia estatal con los explotadores.


Que un congreso de trabajadores uni­fique el control obrero y lo convierta en instrumento de planificación de las prioridades populares, Las organizaciones obreras deben rom­per los chalecos de fuerza burocráticos, corporativo-profesionales y de subordi­nación a la política patronal de los parti­dos oficiales, y asumir un protagonismo político independiente, interviniendo en el proceso electoral con un programa propio de transformación social.


 


12 – Para romper el monopolio político de los partidos oficiales, hay que votar a los candidatos socialistas a legisladores del Frente Unidad Trabajadora- PO. Cualquiera sea el resultado electoral, consagrar a los candidatos a legisladores del FÜT-PO significará un extraordinario avance para toda la lucha de los trabajadores; un avance para sus posibilidades de desarrollo y de organización; y una derrota para los explotadores nacionales y extranjeros


Asestemos un golpe al monopolio político-financiero-mediático y de coacción a la ciudadanía que ejer­cen los partidos del sistema, vo­tando el 7 de mayo a candidatos con una foja de luchas y con un programa de lucha social y de su­peración socialista del capitalis­mo; a candidatos de partido, o sea, responsables ante una organiza­ción, comprometidos con un pro­grama y con principios políticos por medio de la lucha, ligados a la experiencia y a la crítica, y de nin­gún modo carreristas personales. El Frente Unidad Trabajadora-PO repudia el acuerdismo y el electoralismo sin principios de la iz­quierda oficial, declaradamente al rescate de aparatos en disolución. Contra la desmoralización del oportunismo electorero, que siem­pre representa una capitulación ante los valores y la política de la clase dominante, el FUT-PO levan­ta un programa sostenido por la experiencia y la lucha de varias generaciones de revolucionarios.


Votemos para legisladores a Jorge Altamira y a María del Carmen Martínez, que enca­bezan la lista de candidatos propuesta por el Frente Uni­dad Trabajadora-PO.