Políticas

13/7/2006|954

Por una nueva etapa en Salta: “Hay una fusión entre las luchas y la representación política del Partido Obrero”

Discurso de Jorge Altamira en la inauguración pública del Congreso

Con un acto público, en un colmado Centro Argentino, se inauguró esta importante instancia de debate partidario. Fueron oradoras Rubén Morales, dirigente de los trabajadores de planes Jefes, que trabajan en organismos estatales; Josefa Cardozo, concejal del PO en Orán; Claudio Del Plá, diputado provincial, y Jorge Altamira. El Congreso, que sesionó durante casi todo el sábado 8 de julio, con la presencia de delegaciones de casi toda la provincia, votó una resolución política que será la base de un manifiesto. Las cuatro comisiones que funcionaron, Resolución Política, Organización partidaria, Campañas de agitación política y Juventud, trabajaron arduamente y con un intenso debate que se prolongó hasta últimas horas de la tarde. Casi a la medianoche y con el resultado del nuevo comité provincial electo, los compañeros del PO entonaron "La Internacional", con el espíritu combativo que caracterizó a este II Congreso. El Congreso aprobó la realización de tres campañas de agitación política. Una, por la nacionalización del petróleo, otra, contra el trabajo en negro, y la tercera, por la "nueva" Ley de Educación.


 


Compañeras y compañeros: A todos nos parece completamente natural que el Partido Obrero en la provincia de Salta realice en estos días el II Congreso provincial. A todo el mundo le parece natural que en agosto comience el XVI Congreso del Partido Obrero de Argentina y que el Partido Obrero cumpla rigurosamente lo que establece el estatuto del partido de realizar un Congreso todos los años. Está inscripto en la conciencia de los compañeros del Partido Obrero y de los luchadores que el Partido Obrero decide, discute, analiza sistemáticamente a través del Congreso. Pero esto que parece tan natural no tiene nada de natural, porque díganme ustedes qué otro partido político en la Argentina hace un Congreso; qué otro partido convoca al conjunto de su militancia y no sólo de su militancia, al pueblo mismo, incluso aquél que no milita en el Partido Obrero, a interesarse por un debate político que tiene que ver con la orientación, con la estrategia, con los esfuerzos que va a dirigir este partido con relación a la lucha de la clase trabajadora y la situación política. En las últimas elecciones, mister Kirchner y madame Kirchner digitaron toda la lista de candidatos del PJ; lo mismo hizo Romero. Nadie hace un Congreso. Porque hay partidos que si hacen un Congreso se rompen en el Congreso, si no es que se matan; son camarillas que representan intereses personales o intereses capitalistas — si tienen que discutir democráticamente estalla el edificio.


Intereses sociales


En el hecho de que nosotros hayamos hecho un Congreso y ellos no, se revela la naturaleza obrera de nuestro partido y se revela la naturaleza capitalista de los partidos rivales. ¿Qué tenemos que esconder? ¿Qué riqueza ilegal hemos acumulado que tengamos que esconder? Por otro lado, si escondemos algo, salimos perdiendo nosotros porque la fuerza de un partido como el Partido Obrero depende de la claridad con que se exprese ante el país y ante las masas explotadas. Si ellas no comprenden lo que el Partido Obrero plantea, y si al no entenderlo el Partido Obrero no puede dialogar con ellas, el Partido Obrero está perdido. El Partido Obrero está obligado a hacer un Congreso, ellos están obligados a no hacer un Congreso.


Por otro lado, ¿cómo puede gobernar la clase obrera si no delibera? Si la clase obrera no discute su propio programa y esa discusión no se transforma en una comprensión real y profunda de los métodos de acción política de la clase obrera, ¿cómo podría gobernar? Porque es indudable que no podemos gobernar un grupo de personas pequeño, tiene que gobernar el Partido Obrero como un gobierno del conjunto de la clase obrera. Por ejemplo, Romero designa un burócrata para dirigir un hospital, ése es el método de gobernar de Romero, o para dirigir el instituto del seguro social o de la previsión social; nosotros no podríamos gobernar de esa manera. Nosotros, para gobernar, necesitaríamos que los hospitales estén gestionados por las enfermeras y los médicos; que las fábricas estén gestionadas por los obreros o por lo menos que los obreros controlen el proceso de la producción, sea petrolero, de los ingenios o de las madereras, de los servicios y los hoteles. El gobierno de la clase obrera es necesariamente una gestión colectiva de una clase; ¿y cómo esa clase podría hacer esa gestión si ella no de-li-be-ra, y a través de la deliberación no fija sus propósitos y la voluntad de emprender algo en común?


Por lo tanto, al convocar sistemática y regularmente al Congreso estamos poniendo de manifiesto nuestra verdadera naturaleza. Ténganlo presente, compañeros, porque no falta el charlatán que diga que nosotros somos un partido dictatorial u otro charlatán que diga que somos una secta, y los charlatanes que nos dicen que somos una secta o un partido dictatorial no convocan nunca a un Congreso y nosotros convocamos permanentemente a un Congreso. Tenemos un boletín interno de discusión, inauguramos los congresos con un mitin público. En realidad, nos acusan por la firmeza de nuestros principios y por la vo-lun-tad de imponer una derrota a la burguesía y hacer triunfar a la clase trabajadora. No por la falta de lazos con el pueblo. (Aplausos).


Permítanme que siga con el tema del Congreso. Romero no hace un Congreso, Kirchner no hace un Congreso. Imagínense, pobres los radicales si hicieran un Congreso. ¿Y la izquierda? La izquierda tampoco hace congresos. ¿Ustedes se enteraron que los partidos de izquierda estén haciendo un Congreso? Sí, una vez cada ocho años. Es decir que la izquierda que se refiere al Partido Obrero como una secta, no aplica los métodos abiertos del Partido Obrero, los métodos democráticos que caracterizan al Partido Obrero.


Luchar y elaborar


Después, permítanme otra reflexión. ¿El hecho de que el Partido Obrero convoque un Congreso todos los años, es porque así lo ordena el estatuto? ¿Solamente por eso? ¿Es porque somos un partido democrático, solamente es por eso que convocamos un Congreso todos los años? Si simplemente estamos cumpliendo con el estatuto, no hay que olvidar que el estatuto lo hicimos nosotros. El estatuto que dice que hay que convocar un Congreso todos los años lo hicimos los que después estamos cumpliendo con el estatuto, haciendo un Congreso todos los años. Pero, ¿cuál es la razón un poco más profunda de esto? Con el hecho de que hacemos congresos regulares, todos los años, estamos demostrando que tenemos una política para ganar el poder, derrotar a la burguesía y formar un gobierno de trabajadores. ¿Saben por qué? Porque quiere decir que adaptamos los ritmos de nuestra deliberación política al ritmo de la lucha de clases de nuestro pueblo. No queremos que esa lucha pase sin registro en la conciencia del partido y en su programa, ni que pase sin registro en las masas. Los compañeros de los planes Jefes que hablaron acá, que han hecho una huelga, que plantean hacer una Asamblea provincial, que van por el trabajo digno y el convenio sindical, que plantean llevar a esa Asamblea provincial la moción de una huelga indefinida, no estaban con esta experiencia en el Congreso anterior, ni siquiera estaban cerca de nuestro partido. Pero el planteo de la necesidad de ir a la huelga por parte de los Jefas y Jefes que trabajan en hospitales, escuelas y municipios, para incorporarse a planta, ya lo veníamos discutiendo y deliberando desde el Congreso anterior, y hace pocas semanas en el Congreso del Polo Obrero. Es decir que de congreso en congreso, vemos la asimilación de una experiencia y de una política. Una gran parte de las conclusiones que va adoptar el Congreso del Partido Obrero de Salta, que hoy inauguramos para limitarme a un caso, está vinculada a la experiencia de Orán, están vinculadas a la experiencia de la campaña por la nacionalización del petróleo, está vinculadas a esta lucha de los compañeros de los planes Jefes para tener un aguinaldo, para tener un salario, para tener cobertura de salud y para tener jubilaciones, es decir, para integrarse por medio de la lucha a las filas de la clase obrera argentina que lucha.


Como ustedes ven, el Congreso del Partido Obrero, su regularidad, periodicidad, tiene que ver con una comprensión del ritmo que tiene la lucha de clases, que tiene la crisis, y tiene que ver con la voluntad de luchar y de mostrar una perspectiva de poder a través de la lucha. Tiene que ver con la voluntad de registrar los cambios que se están produciendo y de preguntarnos: qué nuevas medidas tenemos que tomar, qué nuevas iniciativas, que nuevos horizontes nos tenemos que dar, cómo luchamos por el poder político de la clase obrera. La capacidad para gobernar revolucionariamente, no es una capacidad que viene en los genes. Se aprende a gobernar gobernando. Se aprende a luchar luchando, se aprende a discutir discutiendo. Es en la acción. Nosotros no somos un grupo de académicos que comenta la realidad. Porque comentando la realidad ningún obrero come, ni ninguna familia obrera alimenta a sus hijos. Nosotros discutimos en función de la acción y ésta es la tarea de un Congreso del Partido Obrero. Quiero, compañeros, que estas conclusiones las hagamos colectivas, para que vayan madurando, en filas cada vez mayores de los trabajadores.


Salta, un laboratorio


Compañeros, por muchos motivos, y lo hemos señalado en muchas oportunidades, Salta es un laboratorio de la República Argentina. Esta enorme división política dentro de la camarilla de Romero, esta disgregación del PJ y esta disgregación de los renovadores está presente en la descomposición en todos los partidos patronales en el país. La burguesía está muy preocupada con la descomposición de sus partidos políticos. No estaría tan preocupada, si no hubiera existido el Argentinazo y si no creyera que continúa agazapado como perspectiva, que se potencia por el crecimiento de los sectores combativos, de los piqueteros independientes, de los estudiantes de la Fuba o el Comahue, y de avances como el del Partido Obrero, como se ve en todo el noroeste argentino (y no solamente). El gobernador Romero sabe y Kirchner también, que si ellos se parten en tres y que si los renovadores se parten en tres, nos hacemos una comilona, podríamos masacrarlo políticamente en la provincia. Como nuestro trabajo de poner al pueblo de Salta detrás de una perspectiva homogénea sigue progresando, la variante más probable es que ellos se vayan a unir, que no se vayan a disgregar. No se van a disgregar porque hay un partido obrero de la fuerza del Partido Obrero de Salta que recoge masivamente el descontento de la población y potencialmente eso vale para todo el país.


Hoy estamos hablando de la lucha de Orán, estamos hablando de la campaña por la nacionalización del petróleo, estamos hablando del boicot virtual de los docentes a esta nueva ley educativa reaccionaria y anti-educativa en Salta, y de la lucha de los compañeros Jefes o de los compañeros que tienen a su cargo el control del estacionamiento en la ciudad. Pero, compañeros, abran el periódico Prensa Obrera y se van a enterar de que comienza una nueva huelga petrolera en Las Heras, con la intervención del Partido Obrero, en la provincia de Santa Cruz, allí donde Kirchner mandó a la Gendarmería. Cuando digo que Salta es un laboratorio es porque permite sacar conclusiones de orden más general. Si fuera un hecho aislado o excepcional y no un laboratorio, ¿cómo se explica el casi 10% de los votos que en febrero obtuvo el Partido Obrero de Tucumán y el extraordinario papel en la Convención Constituyente de los diputados del Partido Obrero? ¿Cómo puede ser que Josefa Cardozo en Orán, Cristina Foffani y todos los cinco concejales de capital, María Elena en Mosconi, tengan la autoridad para hacer votar un pronunciamiento contra las licitaciones petroleras de Romero y la nacionalización sin pago de los hidrocarburos? Salta nos lleva a algunas conclusiones.


La conclusión que el Congreso nuestro de Salta tendría que discutir y que vamos a desarrollar en el Congreso del Partido Obrero nacional entre el 18 y el 21 de agosto, es que se ha producido una transformación en la política popular salteña. Una transformación que a lo mejor escapa a la vista de la mayoría de la gente, porque todavía es incipiente, pero que no por eso deja de ser extremadamente profunda. Después de años de lucha, de años de avanzar electoralmente, el Partido Obrero, como lo demuestra Orán, como lo demuestra capital, como lo demuestran los docentes, está produciendo una fusión entre el movimiento de lucha de las masas y la representación política del Partido Obrero en los lugares parlamentarios. (Aplausos).


Quisiera que el Congreso estudie con cuidado y saque conclusiones sobre esta novedad de nuestros parlamentarios como organizadores directos de una lucha obrera y los luchadores obreros buscando en nuestros representantes que alguien los exprese políticamente. Si esta fusión se desarrolla, esto abre una nueva etapa.


Ha costado. El pueblo dice: “de ‘política’ no quiero saber nada, fuera los políticos”. En Orán dicen: “No, fuera todos los políticos, sí, menos Josefa Cardozo”. En Salta, “Fuera todos los políticos, sí, menos Claudio Del Plá, Patricia Poblete y Pablo López”. De repudiar la política y creer que nos vamos a emancipar sin hacer política, pasamos a comprender que tenemos que seleccionar, como cuando vamos al supermercado y queremos armar una bolsa de dos kilos de tomates, los examinamos uno por uno, de la misma manera el pueblo hace una experiencia y selecciona. Distingue a un partido que organiza, que lucha, que marca una perspectiva, lo separa del otro, y esta fusión política se da en Salta, se va a dar en el país y es una gran transformación acerca de la cual quiero llamar la atención desde esta tribuna, un cambio que vamos a discutir políticamente en el Congreso del partido.


Panorama político


El panorama de la clase capitalista, desde el punto de vista político, es un panorama muy complejo. Kirchner está haciendo un trabajo desesperado por ganarse a radicales. ¿Pero no hay suficientes peronistas en la Argentina, que tiene que ganarse a radicales? El hombre no puede juntar a sus propios peronistas. Kirchner se pregunta: ¿cómo actúo yo en Catamarca con cinco fracciones que se pelean entre ellas y todas dicen que están de acuerdo conmigo? Acá, Romero, ayer me lo planteó un periodista por la radio, está pensando ahora que la única forma de evitar un desmembramiento del peronismo sería habilitar una tercera reelección de Romero. Es decir, volver a modificar la constitución. “Romero conducción”. Una expresión de fracaso descomunal, porque nosotros podemos hacer un Congreso y discutir abiertamente, y este hombre después de doce años no puede armar su propia sucesión. De todos modos, las negociaciones pasan por una lista que conforme a romeristas y kirchneristas, sin olvidarnos de que esto fracasó con Duhalde en las elecciones pasadas.


Este ajetreo no debe disimular los acuerdos que ya hay entre Kirchner y Romero. Estas licitaciones petroleras, esta entrega de los recursos petroleros que está haciendo Romero no se podrían estar haciendo si no es con el acuerdo de Kirchner, que ha autorizado por decreto la licitación de áreas desiertas bajo jurisdicción nacional, incluso a sabiendas que esto agravará la falta de reservas petroleras. Que las empresas anoten como reservas propias las nuevas áreas, haciendo subir sus acciones en los mercados internacionales, incluso antes de sacar petróleo, le cae muy simpático al gobierno de Kirchner. Entonces quiero ver a los de Barrios de Pie votando a Romero o votando un romerista, los quiero ver a los de ATE docentes, que no dicen ni una palabra mientras se están armando estos tejes y manejes, y por eso ninguno de ellos denuncia las entregas del petróleo y por eso ninguno de estos centroizquierdistas se moviliza contra la entrega del petróleo. De modo que cuando la clase capitalista quiere enfrentar su crisis de partidos, buscando un nuevo arreglo, el Partido Obrero en este Congreso va a discutir un programa para llamar al pueblo de Salta a dar una batalla para polarizar la provincia entre una alternativa obrera y una alternativa capitalista. Enfrentar la maniobra de enchufarnos dos alternativas capitalistas, sea la de Romero vs. Renovadores, variante antigua a la que habrá que sumar a los kirchneristas a Romero, o Romero-Kirchner, en caso de una división. Tenemos que anticipar esta variante política, con la consigna ‘No a las agendas patronales’, no a las agendas de los que se pelean por acaparar el presupuesto del Estado. Tenemos que adelantarnos a denunciar la perspectiva falsa que difunden los ‘barrios de pie’ o los ‘libres del sur’ y los ‘partidos de la victoria’, de que solamente ellos pueden polarizar con el romerismo y que serán la alternativa al romerismo. Con otros rótulos, estos arribistas ya fracasaron en el pasado (‘Unidos por Salta’). Este Congreso del Partido Obrero se va a dar una política para po-la-ri-zar a la provincia entre las dos únicas alternativas del país; la alternativa de los explotadores o la alternativa de los explotados. El Congreso discutirá la convocatoria a discutir un programa, en octubre próximo, con esta finalidad estratégica y con ello producir una deliberación política, que es la única forma de pelear por una alternativa socialista. Concentraremos nuestra agitación y nuestra atención en los municipios, como capital, Orán y Mosconi, donde con mayor fuerza se ha manifestado la tendencia a la fusión entre la lucha y la representación política del Partido Obrero. Nos empeñaremos para que estas modificaciones en el plano político se trasladen a las organizaciones sindicales, de modo de recuperarlas como órganos efectivos de lucha. Sea como fuere, tenemos que hacer explícita esta nueva situación y estas nuevas posibilidades al conjunto de los trabajadores.


El contenido social del kirchnerismo


Toda esta reactivación capitalista de la que se habla es el resultado de una feroz explotación de los trabajadores. No tenemos que aceptar que si la economía crece y el país crece, quiere decir que crecen todas las clases sociales del país. De ninguna manera. Este año la Argentina ha vuelto a producir lo que producía en el ‘98, pero la pobreza es un 40% superior, los salarios son un 25% más bajos; la desigualdad social es la más alta de la historia. Producimos lo mismo que en el ‘98, pero no ganamos, cada clase social, lo mismo; los trabajadores ganamos mucho menos que en el ‘98. Es claro que la política de este gobierno es hacer que la devaluación de la moneda, la caída de los salarios y el golpe para los trabajadores que significó la bancarrota económica de 2001 y 2002 se queden para siempre en la Argentina; que esa crisis no sea un episodio sino un dato definitivo de la estructura social de explotación en Argentina. Página/12, que es un diario del gobierno, publica el sábado pasado que las ganancias de las empresas extranjeras en Argentina batieron en 2005 todos los récord de ganancias: de 400 millones de dólares en 2004 pasaron a ganar 3.500 millones de dólares en 2005. Y los jubilados están con 400 ó 450 pesos. Esas empresas no reinvirtieron más que un 1,8% la plata que ganaron, un peso y ochenta centavos de cien pesos. Pero, ¿por qué no invierten, si con ello aumentarían la escala de la explotación y de las ganancias? Porque de este modo presionan por mayores tarifazos, que ya han comenzado con todo en el interior del país. Vienen por más, con la buena disposición de estos nacionales y populares que gobiernan.


Compañeros, quiero comentarles algo que leí en la tarde de hoy, y que me produce gran indignación. La zona de Dock Sud, en Buenos Aires, es una zona de furiosa contaminación. La contaminación es tan grande que en la Villa Inflamable, donde hay tantos militantes del Partido Obrero, los chicos ya adoptan enfermedades congénitas en el vientre de la mamá. Nacen con deformaciones. La tasa de cáncer infantil es enorme. Las principales contaminadoras son Shell, Repsol, todo un grupo de empresas que sistemáticamente han contaminado, esto es muy conocido, además han contaminado el Riachuelo. Un desastre. Es tan grave la situación que la Corte Suprema de Justicia tuvo que sacar una resolución ordenando al gobierno que haga cesar la contaminación en el Riachuelo, en el Dock Sud y en Villa Inflamable. Entonces el gobierno dice que va a elaborar un plan, en especial ahora que tiene como secretaria a una flamante ambientalista. El plan consiste en subsidiar a estos pulpos para que empiecen a producir en forma limpia. Nosotros le vamos a pagar a las empresas. El tema es éste: después de 25 años de muerte y desolación en Villa Inflamable, ¿qué corresponde, que el Estado subsidie la limpieza de estas empresas o que estas empresas paguen indemnizaciones millonarias a los trabajadores de Dock Sud, a los de Villa Inflamable que han dejado a sus hijos y a ellos mismos muertos en vida? Se viene el gran negociado de absolver judicialmente a las empresas por la contaminación que provocaron durante muchísimos años con total alevosía.


Ustedes tienen aquí la radiografía de un gobierno del capital. ¿Qué es, en cambio, un gobierno obrero? Un gobierno obrero es (aquél que defiende a) que todas esas empresas sean gestionadas por los trabajadores en función del interés social y no en función del lucro capitalista; así de sencillo. La comisión interna de Repsol-YPF en el Dock Sud saben perfectamente lo que tienen que hacer con la destilería para que ella funcione en forma limpia, pero el pulpo tiene que pagar una indemnización. Nosotros no tenemos que pagar la deuda externa, ellos tienen que pagar la indemnización a los compañeros. Esta es la radiografía del kirchnerismo y del gobierno que pide superpoderes. ¿Por qué los pide? Una de las razones es para poder empeñar activos del Estado como garantía para contratar nueva deuda externa sin pasar por el Congreso. El gobierno del des-endeudamiento quiere endeudarse; ya habla de bonos bi-nacionales. Las dos únicas manifestaciones populares contra los superpoderes, las realizó el lunes y el miércoles el Partido Obrero de la Capital Federal, ninguno de los partidos patronales opositores.


Entonces, compañeros, para concluir: La realidad política del país es un gobierno que, con crisis, problemas y maniobras defiende y desarrolla los intereses de los capitalistas. Cuando no puede pedir un crédito internacional en Nueva York, porque hay problemas con algunos acreedores, hay juicios, le vende bonos a Chávez, que los re-vende a sus bancos, que los re-venden en Nueva York. Zafa. Cuando tiene que pagar el gas a Bolivia la mete a Enarsa que, a su vez, saca la plata del presupuesto. Maniobra todo el tiempo, pero en todas esas maniobras defiende los intereses de los capitalistas. Trata de consolidar la estructura de explotación que produjo la crisis de 2001; la caída del salario, la caída de empleo. Que la caída social de 2001 quede congelada como base de un nuevo ciclo de explotación capitalista. Que quede como una conquista permanente del capital. Que quede que el obrero argentino cobre como un haitiano. De paso, les cuento, el gobierno está preparando un plan de Jefes y Jefas para Haití. Está en los diarios. El Ejército argentino está en Haití y va hacer frente a la pobreza allí con un plan de Jefes y Jefas. Le va a dar a los haitianos el mismo trato que ha dado a los trabajadores desocupados que hay en la Argentina.


Programa y convocatoria


Nos esforzaremos por desarrollar estas contradicciones hasta que culminen en una polarización política entre los partidos del capital y los del mundo del trabajo, del proletariado. Salta está en la delantera en la capacidad de desarrollar esa polarización política. Tenemos que convocar al pueblo, masivamente. Tenemos que elaborar un programa y poner ese programa a discusión con el pueblo. Decirle al pueblo que es real la perspectiva de dar vuelta la tortilla de la realidad histórica del noroeste argentino; que con esa finalidad ejerceremos la autoridad de decenas de miles de votos de las elecciones anteriores y la fusión que se da entre la lucha y nuestros parlamentarios y concejales y militantes como organizadores. A pelear Orán, Mosconi, a pelear la capital, a pelear Salta, a pelear Tucumán. A meter en la cabeza que la única salida para la Argentina es el gobierno obrero, el socialismo, la unidad de América Latina bajo un régimen socialista.


Muchísimas gracias, compañeras. Muchísimas gracias compañeros.