Políticas

6/11/1997|563

Por una salida a la crisis

El Partido Obrero llama a una Asamblea Nacional de Trabajadores

Lejos de resolver algunos de los apremiantes problemas del pueblo, los resultados de las elecciones han agravado las cosas.


De un lado, la especulación capitalista internacional ha hecho crisis en todos lados, desatando una enorme onda de nuevos problemas. Aumentos de las tasas de intereses para quienes compraron a crédito; nuevas cargas hipotecarias; paralización de la construcción; recesión económica a la vista —todo esto sobre un tendal de cuatro millones de personas que no encuentran trabajo y una nación endeudada por más de 150.000 millones de dólares.


Con la colaboración del gobierno, los especuladores han tomado sus precauciones: en dos semanas han salido del país más de dos mil millones de dólares.


Pero nosotros, los trabajadores, no podemos protegernos: la plata que nos sacan compulsivamente para las AFJP se ha desvalorizado en un 20 por ciento como consecuencia de las caídas en las Bolsas y en los títulos públicos donde se encuentra invertida.


 


Los capitalistas “cierran filas”


Por el lado político, la Alianza, que acaba de ganar las elecciones, está llamando a “cerrar filas” con el gobierno para enfrentar la crisis.


¿Ridículo, no? A “cerrar filas” nada menos que con los representantes políticos de los especuladores.


A “cerrar filas” con la política menemista.


A “cerrar filas” para que los dólares sigan saliendo del país.


A “cerrar filas” para que se aumenten los impuestos, como lo reclama el FMI, y se acentúe el corte a los magros gastos sociales.


A “cerrar filas” para votar la ‘reforma laboral’ de Menem, Techint, Cavalieri y el FMI.


A “cerrar filas” con los fracasados, para mantener a como sea una política económica que se derrumba estrepitosamente en todos los países que la pusieron en práctica.


Que las pague el que las hizo


La crisis de la clase capitalista, que la paguen ellos. Es la crisis de su política, no de la nuestra. De sus intereses, no de nuestras maltratadas conquistas.


Que las centrales sindicales rompan con el gobierno y la oposición patronales y lancen un plan de lucha.


Por el control obrero de los bancos, para que no salga la plata del país y no suban los intereses.


Por la apertura de los libros de todas las grandes empresas, monopolios y pulpos.


Por el reparto de las horas de trabajo, para acabar con la desocupación, sin tocar los salarios de bolsillo actuales.


Por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, que es de 1.200 pesos.


Por la ruptura de los acuerdos con el FMI y por una salida obrera y campesina que debemos proponer de inmediato a todos los países de América Latina.


Por una Asamblea Nacional de trabajadores


El 26 de octubre pasado, más de 150.000 trabajadores votaron por esta salida obrera, planteada por el Partido Obrero.


Esto ocurrió al cabo de una gran campaña, que fue organizada mediante la movilización y el debate.


El Partido Obrero ha recibido un mandato de lucha, que está dispuesto a cumplir y que tiene voluntad de hacerlo, con esos mismos métodos de movilización. Asambleas, debates, organización de locales, formación de comités de desocupados, organización de la juventud, lucha en los sindicatos, centros de estudiantes y comisiones vecinales y agrícolas, para impulsar un plan de acción conjunto de todos los trabajadores por estos objetivos.


Una fracción significativa de la clase obrera les ha dicho basta a los partidos capitalistas y ha expresado la voluntad de construir un partido obrero.


En nombre de esta fracción de los trabajadores llamamos a todos los compañeros a impulsar, organizar y participar en una Asamblea Nacional que tendrá lugar el 6 de diciembre.


Una asamblea que hará el balance de la situación social y política de los trabajadores y planteará el camino para salir de este desastre provocado por la fiebre de lucro y superexplotación del capitalismo.


¡Manos a la obra, compañeros! ¡Quien quiera un futuro, que luche por él!