Postergan las paritarias, no los despidos

Plenarios con mandato en todos los gremios

Se ha producido un hecho político inusitado. La CGT ha resuelto una postergación de las paritarias, la instancia que tiene el movimiento obrero para discutir los salarios. Entretanto, los trabajadores recibirían una suma fija, a cuenta de futuros aumentos, que representan un porcentaje ínfimo del salario.

La cúpula blanqueó, en realidad, lo que ya venían bordando algunos de los principales gremios, moyanistas y gordos por igual. Las patronales se han avenido gustosas al planteo, a excepción, claro, de los precarios, los que están negro, los que se acogerían a ‘retiros voluntarios’ y los que aceptarían reducción de jornada y salarios.

El argumento para justificar este procedimiento es que así se podrían “evitar despidos”. El Smata es el que más ha suspendido las paritarias para la segunda mitad del año en todos sus convenios por una suma de 200 pesos mensuales no remunerativos. A la UTA se le acaban dos cuotas de 150 pesos cobradas en enero y febrero y no aparece un peso más; las patronales del transporte de pasajeros subordinan todo a nuevos tarifazos.

En telefónicos, tempranamente, un día antes de la reunión de Consejo Directivo de la CGT, se produjo una rebelión en el plenario de delegados contra dos cuotas de “paliativos”. En la pintura, la patronal ni se presenta a la discusión paritaria cuyo convenio vence en marzo. La CTA de Yasky, en la misma línea, estableció un piso docente que por insignificante, en vez de cerrar el conflicto lo abrió.

Esta política salarial de la burocracia es complementaria de los recursos de crisis, la caída de los contratos, los retiros voluntarios, las suspensiones y los recortes salariales. En vez de enfrentar la crisis desde una posición obrera, la burocracia viabiliza la política patronal que apunta a la drástica reducción de personal, al recorte del salario y a la superexplotación. Es una receta que ya se está aplicando brutalmente en varios países, vía intervención del FMI, y que figura también en las “condiciones” de los planes de rescate de Obama a las automotrices.

La decisión simultánea de la CGT de movilizar el 30 de abril, pero no el día de los trabajadores, es un taparrabos de esta entregada. El carácter exclusivamente “sindical” de la marcha “por el salario y los puestos de trabajo” es, a la luz de lo que ocurre, una ficción. La “independencia” que se esgrime huele más a reacomodamiento ante la ‘disidencia’ sojero-peronista de Duhalde y Reutemann.

Paritarias ya. Salario igual a la canasta familiar. 30% de emergencia a todos los convenios. Como plantean los 81 delegados telefónicos: plenarios de delegados con mandato de los lugares de trabajo y Asamblea General de todos los gremios. Ante la crisis: prohibición de despidos, reparto de las horas de trabajo disponibles sin afectar el salario. Ocupación de toda fábrica que despida o cierre. Que la crisis la paguen los capitalistas. Sobre esta base y como resultado de esta lucha, a su turno lucharemos por un 1º de Mayo de masas de toda la clase obrera.

Néstor Pitrola