Políticas

24/4/2019

“Precios esenciales” a punto de naufragar antes de ponerse en práctica

Endeble maniobra de un gobierno en bancarrota.

A poco de andar, luego del promocionado anuncio oficial, el titular de una cámara de supermercados adelantó hoy que “es probable que el lunes no estén en las góndolas todos los (escasos) productos de precios esenciales” que las cadenas y el gobierno se habían comprometido a ofrecer, en principio a partir del 22 y luego del 29 de abril.


La cortina de humo de los anuncios oculta tan poco que, desde el gobierno nacional y ratificado luego por la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, que se sumó con sus propios “esenciales”, la “retención” de precios solo alcanzaría hasta que se realicen las elecciones donde Macri y la funcionaria bonaerense se juegan sus reelecciones, con la creciente posibilidad de que no las logren.


Pero la endeblez también se puso a prueba rápido porque los supermercados y los proveedores aclararon que los precios –previamente remarcados– solo se iban a sostener si no había un aumento en el precio del dólar. Y hoy el dólar volvió a colocarse en $45, acompañado de un salto descomunal del denominado “riesgo país” (que muestra la desconfianza del capital financiero respecto de la reelección de Macri) que llegó a 945 puntos –un récord en los tres años y medio de macrismo.


Es decir que si el gobierno no logra controlar al dólar, los “precios esenciales” establecidos pasarían a una rápida revisión antes de la primera reposición en las góndolas.


En cuanto a los faltantes de productos “esenciales” prometidos, una de las razones aducidas por el gobierno y los supermercadistas es que siete de aquellos –distintos tipos de fideos, arroz y leche– están en “fase de producción”, es decir que se trata de marcas fabricadas especialmente para esta franja de precios, lo cual hace pensar que se trata de una variante de las existentes “segundas marcas”, que están colocadas en una franja de precios más económica que las tradicionales o de “primera”.


El gobierno lanzó esta maniobra de patas cortas para hacer frente al derrumbe en el que está crecientemente metido, sumada a un par de medidas “esenciales” más, entre las cuales están la oferta de préstamos a jubilados al 40-50 por ciento de interés anual, con plata del Anses, es decir de los propios jubilados. Significa, además, un costo más elevado que la inflación proyectada y que la movilidad de las jubilaciones. Una oferta usuraria para endeudarse, dirigida a jubilados que, en el 65% de los casos, tiene haberes que apenas superan los $10.000 mensuales. Un verdadero cinismo.



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Tan preocupada como Macri por el resultado de las elecciones, la gobernadora Vidal lanzó ayer medidas “de alivio”, con plazo de vencimiento a diciembre, entre las cuales está la convocatoria a los bonaerenses a que se hagan clientes del Banco Provincia porque la entidad va a replicar este año los descuentos, en días puntuales, en la compra de distintos tipos de productos.


Además, anunció que no se volverán a subir las tarifas eléctricas hasta diciembre, luego de los brutales tarifazos y sin decir media palabra del resto de los precios de los servicios y de los impuestos provinciales y municipales que recaen sobre los bolsillos de los sectores populares.


Finalmente, planteó que en el caso de 17.500 deudores de créditos UVA que “hacen grandes esfuerzos para pagar la cuota”, la misma tendrá un tope del 30% del sueldo y si la misma supera ese porcentaje, la diferencia –hasta diciembre– será cubierta por el Banco Provincia.


Efectivamente, si un trabajador está destinando un porcentaje aún mayor, “está haciendo un gran esfuerzo” y así es que han comenzado a organizarse sectores de tomadores de los UVA porque las cuotas indexadas son crecientemente impagables.


El “programa de alivio”, está claro, no es ningún alivio para los trabajadores y los demás sectores populares. El ajuste oficial y de los gobernadores, la licuación de los salarios y las jubilaciones por la inflación desbocada, han colocado a los trabajadores y a la familia obrera en un cuadro de creciente retroceso en sus condiciones de vida.


El gobierno y la oposición patronal no pueden ofrecer ninguna salida a los trabajadores y los demás sectores populares. Hay que derrotar el plan de ajuste con la lucha de todo el movimiento obrero. Está a la orden del día el paro activo de 36 horas, como inicio de un plan de lucha hasta liquidarlo.



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