Vidal ha convocado sesiones consecutivas del Senado y la Cámara de Diputados bonaerenses para el viernes 30 y el lunes 3. El trámite “express”, con ambas cámaras sesionando en simultáneo, sin debate previo en comisiones, tenía originalmente la intención de hacer coincidir la aprobación del Presupuesto 2019 con el primer día del G-20, con el evidente propósito de que pase desapercibido en la agenda mediática y dificultar que se pueda organizar una movilización importante, ya que las organizaciones de lucha tienen previsto movilizar ese día en la Ciudad de Buenos Aires. No sería de extrañar que La Plata tuviera este viernes de toda manera su propio sistema de vallado e infantería, en paralelo al que rodeará a los Trump, Merkel, Putin y Macron. La posterior convocatoria extraordinaria para el lunes 3 refleja que Cambiemos, en plena negociación con todos los bloques peronistas, abre el paraguas y no descarta necesitar algunas reuniones más de fin de semana para ultimar el acuerdo.

La rosca pejotista, a costa de los bonaerenses

La convocatoria a la sesión indica que el gobierno provincial ha llegado a un principio de compromiso con los diputados necesarios para aprobar el Presupuesto, o al menos está muy cerca de lograrlo. Las negociaciones son privadas, de manera que los representantes de Sergio Massa y los intendentes del PJ nucleados alrededor de Martín Insaurralde y Gustavo Menéndez no dicen públicamente qué es lo que discuten para votar el proyecto oficial. Incluso, hay trascendidos de que se está negociando la ausencia de diputados opositores para bajar el piso de dos tercios que se necesitan para aprobar la toma de deuda.

Hasta los diputados más dialoguistas de la oposición pejotista han considerado el proyecto del ejecutivo como de ajuste y de endeudamiento. Sin embargo, a la hora de la negociación real, no han colocado el eje ni en achicar la deuda, ni en subir los presupuestos de salud, educación, vivienda o el Astillero Río Santiago. Ni siquiera han rechazado el traspaso de la responsabilidad de arreglar las escuelas a los municipios, ávidos de colocar nuevas áreas bajo el control de los intendentes. Lo único que han defendido son las cajas de los municipios: o sea, que los subisidios a empresas privatizadas de servicios sean absorbidos por la Provincia (no les interesa discutir el compromiso de garantizarles ganancias dolarizadas y menos una salida a las privatizaciones menemistas) y eliminar el tope del 38% de aumento de las tasas municipales, para poder equiparar al impuestazo de Vidal los propios de los intendentes.

Mariu Conducción

Si Vidal logra votar este Presupuesto, sea el viernes 30 o el lunes 3, asistiremos a una nueva comprobación del carácter de colaborador “extrapartidario” del PJ con el gobierno de Cambiemos. Incluso el concurso de Massa, Insaurralde y otros, le ayudaría a Vidal a mostrar mucha más facilidad para aprobar su presupuesto que el que tuvo Macri para negociar el nacional. Esto es un nuevo respaldo a Vidal en la interna oficialista, como cuando reclamaron juntos el Fondo del Conurbano que se fue en cuotas de deuda y se opusieron al traspaso de los subsidios a las privatizadas. Todo esto justo en el momento en que Vidal dijo públicamente que estudia adelantar las elecciones provinciales, abandonando a Macri a su suerte. A gran parte del PJ bonaerense el desdoblamiento electoral le vendría como anillo al dedo, cosa que no puede separarse de la rapidez de las negociaciones por el Presupuesto. El pato de la boda es el cristinismo, que confía en la unificación de las elecciones para imponer sus candidatos a las distintas fracciones del aparato del PJ que no tienen condiciones de instalar una candidatura presidencial alternativa a ellos. Más allá de las negociaciones a dos bandas, Unidad Ciudadana sigue reivindicando la “unidad del peronismo”, mostrando en realidad una división de trabajo entre quienes han compartido listas electorales (y probablemente lo sigan haciendo): unos negocian fondos a cambio de los votos para el ajuste y otros dan discursos en contra para la tribuna.

Para impedir el zarpazo debemos poner en marcha una inmensa deliberación y movilización entre los trabajadores y la juventud de la provincia. La marcha el miércoles 28 a La Plata de terciarios y docentes de toda la provincia para oponerse al cierre de cursos y carreras de formación docente en toda la provincia va en esa línea, al igual que la reciente movilización del Astillero Río Santiago contra el recorte de su presupuesto y por un plan productivo que termine con el vaciamiento y el sabotaje oficial a su funcionamiento. Impulsemos paros y movilizaciones, como el que ha definido ATE y discuten los gremios docentes. Los trabajadores de la provincia avanzaremos en la medida que enfrentemos en la calle al acuerdo para hacer avanzar este presupuesto de guerra contra los trabajadores, y logremos sacar la conclusión de romper políticamente con los bloques que le permiten avanzar.