La Legislatura de la Provincia de Buenos Aires aprobó la adhesión al blanqueo de capitales, luego de una negociación en la que el Frente Renovador canjeó sus votos por la sanción de la ley de paridad de género. El acompañamiento al blanqueo por parte del FR, que Cambiemos requería para conseguir la mayoría, refleja que las tensiones –que hicieron caer la primer sesión de Diputados convocada para ello– sólo buscaban subir el precio de ese apoyo, anotándose la ley de paridad como parte del simulacro de reforma política del massismo (que comenzó con el supuesto límite a las reelecciones indefinidas).

La falta de adhesión de las provincias al blanqueo era la explicación que daba el gabinete nacional para justificar que a un mes del primer vencimiento solamente fueran repatriados 60 millones de dólares –de los cuales 18 millones corresponden a las cuentas que Macri tenía en las Bahamas. A este paso, el fracaso de los blanqueos “nac&pop” quedará chico en comparación con el actual. Sin embargo, el poco éxito no depende de la adhesión de los distritos sino de la ausencia de ofertas lucrativas de inversión y en la tendencia a la fuga de capitales –que esta ley ni se propone detener.

Justamente por esto, los únicos fondos pasibles de ser tentados son los del narcotráfico, la trata de personas y el delito organizado, que abundan en la provincia bajo el amparo de la Bonaerense. En esa dirección, el Banco Central publicó una comunicación flexibilizando los controles de las cuentas que se abran para este fin y “eliminando el riesgo de que las mismas sean cerradas por verificación antilavado” (El Cronista 26/9). Nada quedará para el Estado provincial, que se privó hasta de replicar lo hecho en otros distritos que incorporaron impuestos especiales. Guillermo Kane, diputado del Partido Obrero en el Frente de Izquierda denunció el rol del blanqueo y su carácter reaccionario votando en contra, frente a la complicidad de los diferentes partidos políticos defensores del régimen.

El voto en contra por parte del FpV y el PJ no significó oposición real alguna, ya que ellos mismos apelaban a los mismos recursos bajo su gobierno y hoy, destacan su colaboración con “la gobernabilidad”. El GEN de Margarita Stolbitzer se abstuvo, toda una muestra de los intereses que persigue el llamado centroizquierda en la provincia de Buenos Aires.

La rebaja a la recaudación impositiva, para favorecer la bicicleta financiera de los bancos que obtuvieron rendimientos del 52% en el año en un cuadro de recesión, la paga cada trabajador de la provincia de Buenos Aires. La pagamos con el estado crítico de las escuelas y los hospitales, en la desvalorización del salario y la precarización laboral, en la carencia de vivienda, urbanización y obras. También la pagamos con el dolor de las familias que sufren el crimen organizado en una provincia, cuyo presupuesto crece sólo para el pago de la deuda y mayor armamento para la policía, que sobradamente se ha demostrado responsable de las zonas liberadas y la connivencia con el delito organizado.