Políticas

21/2/2013|1257

Provincia de Buenos Aires: La madre de todas las batallas

Nuestra campaña política

Nuestra campaña política 2013 está marcada por la situación explosiva de la provincia.


Así, estuvimos en el abrazo del hospital de Niños de La Plata, junto a 1.500 médicos y no médicos -una soberbia movilización contra el vaciamiento de este hospital, decano de la región. Se ha cerrado el servicio de quemados, no hay insumos, los médicos de planta y los 200 residentes ganan sueldos de hambre y pulula la tercerización. Denunciamos la responsabilidad de todo el arco político en esta masacre social: el presupuesto provincial de salud fue votado por todas las alas kirchneristas y por la “opo” del FAP. La Cicop fue al paro general y planea nuevos movimientos en los 77 hospitales, por un aumento salarial del 40%. Nosotros reclamamos la triplicación del presupuesto de salud.


En La Matanza compartimos un plenario de delegados y activistas de una gran huelga de tercerizados teléfonicos contra el despido y por los salarios, junto a obreros plásticos, de chacinados, de UTA que confluyen con el Partido Obrero en la necesidad de una lucha de conjunto. Romina del Pla, requerida frente a todos los problemas sociales, ambientales y laborales de la zona, es la vocera del PO en los medios y en el desarrollo de la agitación política.


En Tandil cerramos el campamento de la UJS, en el marco de una campaña política, junto a Germán Olivera, con quien recorrimos la peatonal y participamos de una concurrida charla política local. El PO de Tandil venía jugando un gran papel en la lucha contra el boletazo (28% de aumento), en el marco de una asamblea popular local. En la asamblea disputamos con los aparatos K de La Cámpora, Evita, etc., que salieron de escudos del intendente radical. El boletazo se impuso, pero no sin antes desatar crisis y movilizaciones, que sirven de educación política para el pueblo y preparan su convergencia con la izquierda revolucionaria. Es lo que ocurrió, asimismo, en Mar del Plata, en Pergamino y en Bahía, frente a los impuestazos y a los aumentos de tasas municipales y de precios. Nosotros estamos planteando la apertura de libros de las empresas, la municipalización del transporte, la reversión de los aumentos y el boleto estudiantil para toda la provincia.


Los vecinos de Quilmes voltearon las ordenanzas de un megaproyecto inmobiliario en la costa del río, de Techint y del “Barba” Gutiérrez; y más tarde se autoconvocaron contra el aumento de tasas municipales. En Bahía Blanca participamos del resurgimiento de un movimiento por la vivienda popular.


Crisis terminal y luchas


Estos son, sin embargo, apenas indicios, en un año surcado por la crisis política terminal del Estado provincial y de sus gestores políticos, desde CFK hasta Scioli, Massa y el conjunto de los intendentes. Scioli le puso una cifra de 15.000 millones de pesos a la necesidad de evitar el colapso provincial -un dinero que los K tienen asignado en prioridad al pago de la deuda usuraria y al vaciamiento del transporte y de la energía.


El gobernador Scioli sabe que la crisis no tiene salida en los marcos provinciales y que supera la capacidad de recursos y soluciones del gobierno nacional. Por eso conspira por un cambio de conjunto, que en primer lugar permita recuperar financiamiento internacional. Esto supone la devaluación del peso y un violento ajuste fiscal, en primer lugar de los gastos sociales. Es lo que los K procuran alcanzar al ritmo menos presuroso de la “sintonía fina”.


Los K han organizado una falange de intendentes para ir por la cabeza de Scioli, en la lista del FpV de la provincia para las elecciones de Octubre. Quieren repetir lo que hicieron con Duhalde en 2005. Pero en ese entonces estaban en ascenso. La interna pejotista promete ser sangrienta. Desde la izquierda revolucionaria debe oponer al barrabravismo del poder nacional y popular, el desarrollo de una falange cada vez más numerosa de obreros con conciencia de clase.


Huelgas en serie


La reducción de salarios docentes, impuesta por el gobierno en la paritaria nacional, es una prueba de que el derrumbe se aloja en la Rosada, no solamente en La Plata. El rechazo obstinado a una huelga general nacional por parte de Ctera, desencadenará las huelgas provinciales. A ellas se sumarán la de numerosos sectores estatales. Debería discutirse ya un Comando provincial de huelga, para desbaratar los entongues de los Yasky y Andrés Rodríguez con la Rosada, y la línea capituladora de Baradel y Micheli.


La provincia de Buenos Aires está llamada a ocupar el centro de la crisis del viejo régimen capitalista y punteril. Es precisamente en esta provincia donde la izquierda revolucionaria tiene la oportunidad de ingresar al Congreso nacional y a la Legislatura. Convocamos a todos los distritos a discutir con extrema precisión un programa de reivindicaciones vitales y a coordinar una campaña político-electoral sin precedentes.