La convocatoria a una nueva audiencia pública, para aplicar un tarifazo al servicio de agua potable, es parte de una crisis colosal del gobierno de Scioli. La empresa de agua ABSA está al borde de la quiebra. Tiene un rojo de más de 50 millones de dólares sin haber invertido un centavo en obras y mejoramiento de los servicios.

Desde el fracaso de la privatización de Obras Sanitarias, la huida de Azurix-Enron (que no proveía agua potable) y los ilegales arreglos millonarios frente al tribunal del Banco Mundial, se abrió el agujero negro que terminó por descompensar ABSA -la empresa cuasiestatal que reemplazó a la privatizada, transformada pronto en una caja negra de Scioli.

En la audiencia pública, los funcionarios sciolistas, entre ellos el llamado “defensor del pueblo”, fueran vapuleados por los vecinos y la oposición presentes. No obstante el nivel de repudio, los funcionarios de Ocoba y ABSA confirmaron que no piensan negociar el tarifazo -de hasta un 146%. Este sería el tercer aumento en dos años: 180% en 2012, y 46% al agua por revalúo inmobiliario en 2013.

La crisis obligó a la oposición política (Unen, FR, etc.) y hasta al FpV, a oponerse al tarifazo en 9 de Julio, Bahía Blanca, Pehuajó y otras localidades, donde se pronunciaron en los concejos deliberantes.

Mientras tanto, Scioli no cobra el agua a las grandes industrias y grandes propietarios del campo -quienes consumen el 91%. Tampoco tiene fundamento cobrar el servicio de agua con arsénico que se distribuye en 40 localidades.

El tarifazo no debe pasar. El 8 de octubre, todos a la nueva Audiencia pública en el Colegio de Abogados de la ciudad de La Plata.