Políticas

15/8/2013|1281

Provincia de Buenos Aires: Vamos por dos diputados

Los 343.000 votos en la provincia superaron el piso electoral. No sólo el de agosto, sino el de octubre, que exige el 3% del padrón para ingresar diputados (341.500 votos). De repetirse estos resultados en octubre, consagraríamos un diputado nacional. Medidos con la vara de octubre, donde no se cuentan los votos en blanco dentro de los votos válidos, obtuvimos en provincia el 4,14%. En la tercera sección, quedamos a 8.000 votos de consagrar un diputado provincial. Pasamos las Paso en 72 de los 74 distritos en los que se oficializó la lista.


Semejante promedio provincial, que incluye lejanos distritos del interior agrario, lo alcanzamos con una votación en el conurbano superior al 5% en numerosos distritos y de más del 4% en La Matanza, lo que constituye un salto histórico en este distrito obrero por excelencia.


No obstante, la votación fue relativamente pareja a nivel provincial. Hicimos una soberbia elección en Bahía Blanca (7,2%), una gran votación de La Plata (6,09%) y tuvimos un gran salto en Mar del Plata (3,6%). En Bahía superamos al FAP y a los radicales, que se presentaron en listas separadas. De hecho, la mayor votación a nivel secciones la obtuvimos en la octava, superando el 6%, con Inés "Churi" Uro, la actriz y dirigente estatal de Educación del PO.


Pero traccionaron también distritos como Zárate, Pergamino, Campana, San Nicolás, Junín, Azul, Olavarría, Tandil o Necochea, es decir: todas las ciudades donde se ha desarrollado un trabajo político del Partido Obrero que permitió formar lista en 74 distritos bonaerenses. La votación superó holgadamente a la de octubre de 2011 y constituye un 40% más de lo que alcanzamos en agosto de ese año.


Como nunca antes, se han desarrollado liderazgos locales. Tal es el caso de La Plata, precedido por el destacadísimo papel en las asambleas populares derivadas de las inundaciones, como en las victorias previas en los Sutebas de La Plata y Ensenada o de la gran huelga de Educación. Ello ha tenido expresión en las primeras candidatas a concejales, Luana Simeoni (PTS) y Laura Kohn (PO).


En Bahía Blanca, Néstor Conte es un concejal sin banca, que disputará el ingreso al Concejo Deliberante librando una gran lucha política frente a una corriente vecinal que proviene del radicalismo. Pero esa batalla por los concejos vale para La Matanza, Hurlingham, Ituzaingó, Morón, Tres de Febrero, Avellaneda y Lomas de Zamora.


Hemos triplicado en votos al frente de De gennaro, Maffei, MST y PCR (Podemos). Habiendo quedado Podemos y el MAS debajo del piso proscriptivo, hay 170 mil votos para conquistar como representación política de la izquierda en la provincia. Pero esa convocatoria al voto de la izquierda deberá inscribirse en el cuadro más general de una lucha política en el movimiento obrero y la juventud, para seguir despertando y clarificando a franjas enteras que rompen con el kirchnerismo. El voto al Frente de Izquierda en Eco trans, en las plantas gráficas o metalúrgicas, entre los plásticos y mecánicos, en el ferrocarril, en los colegios y universidades ha sido enorme. Vamos a reforzar esa tendencia en todos esos frentes, en los parques industriales y las grandes plantas de la provincia.


La disputa por el voto a Massa entre los trabajadores es todo un capítulo de la batalla que se viene. En una entrevista televisiva de balance, el tigrense tocó dos temas -seguridad e impuesto al salario- haciendo demagogia al oponer ese gravamen al de la renta financiera, cuando sólo propone alterar el mínimo no imponible. Redoblaremos la lucha política en este punto y en el conjunto de la agenda nacional y provincial, que delata a Massa como un intendente de la especulación inmobiliaria, la devaluación, el endeudamiento público, el rescate de las privatizaciones que hundieron a los ferrocarriles y, desde luego, arquitecto del saqueo de la Anses.


Sabíamos de antemano que en las barriadas más sumergidas la batalla por el voto se enfrentaría con la regimentación de los punteros. Pero la votación en Laferrere o González Catán en La Matanza, en Florencio Varela o en Cuartel Noveno en Lomas, indica que podemos quebrar esa regimentación con planteos precisos en torno de la agenda urbana de esas barriadas y la lucha por obras con puestos de trabajo bajo convenio. Sobre esa base, iremos a pelear el voto en los barrios olvidados del massismo en Tigre o San Fernando, donde estuvimos algo por debajo del promedio del conurbano.


En una veintena de municipios elaboraremos estrategias especiales para conquistar lugares en los concejos deliberantes, allí donde quedamos a tiro con vistas a octubre. La soberbia votación de la provincia de Buenos Aires, donde nos propusimos dar la madre de las batallas del Frente de Izquierda, nos impulsa a ir por mucho más y a reforzar la vasta construcción del PO en la provincia.