Políticas

28/7/1993|397

Proyecto Iglesia-Plaza: el “curro” del medio millón de dólares

El gobierno nacional acaba de otorgar 250.000 pesos (o dólares) para el Obispado, para “hermosear” la Catedral, según Decreto Nacional 3265/93 (refrendado por otro provincial), y otros 100.000 para remodelar la Plaza San Mar­tín, contigua a la iglesia. Con este último propósito el gobierno Duhalde ha arrimado otros 50.000 pesos, además de otros miles aún no pre­cisados que el intendente Gioscio (PJ) ha mandado votar en la sesión del Concejo Deliberante del 28 de junio.


En resumen, una partida de me­dio millón de dólares para ponerle brillo y un jardín a la iglesia. Pero en Mercedes no hay barreras ni guardabarreras. Los docentes y alumnos de la Escuela Media deambulan buscando edificio. Ba­rrios enteros se hallan sin servicios elementales, Una masa creciente de trabajadores desocupados no recibe ayuda alguna, siquiera una exención impositiva. Es decir, la ciudad y los trabajadores que la construyeron se hunden, mientras se hermosea la plaza y la iglesia (y se “curra” con los fondos dispuestos).


Los padres de la criatura no han sido sólo los jerarcas del clero o el justicialismo. La UCR ha tenido una gran cuota de complicidad en la elaboración del proyecto, con la participación de la ex concejal de este partido, Susana Camele, en la elaboración del proyecto y el voto favorable y unánime de la partida original por parte de este bloque, luego, a la luz del repudio genera­lizado de la población, y en especial en sus propias filas, ha tenido que torcer el rumbo y oponerse a la ejecución de las obras.


El Partido Obrero ha denuncia­do públicamente que el otorga­miento del medio millón de dólares para el proyecto iglesia-plaza es el pago por el apoyo de los obispos a la posible Ley de Radiodifusión contra la libertad de prensa y la conocida posición oficialista del obispo Ognenovich —de Merce­des— en favor del plan Cavallo.


A través de una declaración pú­blica que ha tenido una notable re­percusión en la prensa, el PO ha llamado a las comisiones barriales, a los vecinos y a los trabajadores a movilizarse reclamando la urgente inmovilización de tos subsidios para el proyecto iglesia-plaza, para distribuirlos en las obras comunita­rias que son realmente urgentes y auxiliar a los desocupados. El or­den de prioridades para estas obras, como el control de estos fon­dos, debe ser votado y encarado por una asamblea popular de orga­nizaciones obreras y vecinales.