El proyecto de blanqueo del PO es sencillo y sin vueltas. En sus cinco artículos establece que todo trabajador público o privado, no registrado o mal registrado, incluyendo monotributistas, puede notificar al Ministerio y a la patronal y queda efectivo con 36 meses de estabilidad. De inmediato, se eligen delegados en el lugar de trabajo haya o no sindicalización previa. De manera que mediante una ley se ampara una movilización de la clase obrera para terminar drásticamente con el trabajo en negro. Esto sería clave para acompañar la prohibición de despidos y suspensiones que impulsamos en otra ley que es parte de la sesión especial que arrancó el PO. Son dos frentes de lucha que atacan la ola de despidos y suspensiones. El trabajador en negro es el primer despedido y ni siquiera figura en las estadísticas. Blanqueo masivo y reparto de las horas de trabajo para frenar los despidos. Nuestros proyectos de ley son una contribución al programa y a la lucha del movimiento obrero.