Políticas

15/3/1995|440

Ptp: Víctima de sí mismo

Clarín del martes pasado informa que Solanas rechazó la integración de un frente con el Ptp y que la dirigencia de éste denunció “un sorpresivo viraje político” del director de cine y un cambio en el “perfil del frente”. En realidad, el Ptp no tiene derecho a queja, pues ya fue advertido desde estas páginas  de que Solanas era un carrerista político, sin otro compromiso que sus propias ambiciones, o mejor, mezquindades. El Ptp pretendía hacer votos utilizando el prestigio artístico de Solanas, no los principios o programa político de éste; es natural entonces que Solanas determine quiénes deben ser las figuras principales  y cuáles ocupar el papel de reparto. El desenlace de este entrevero debía terminar en circo de cualquier modo, esto porque las fuerzas políticas que se juntaron a Solanas sólo querían ocultarse o disimularse detrás del hombre que votó la intervención a Santiago del Estero y la reforma reaccionaria de la Constitución, y que integra el inter-bloque del Frepaso en Diputados. Esto vale también para el partido comunista.


El Ptp recibió las advertencias del PO en forma muy destemplada; a nuestro esfuerzo por prevenirlo del desastre y hasta del ridículo lo calificó de “provocación”. Pretendió que nuestra posición por un frente de izquierda tenía el defecto “trotskista” de “saltar etapas”, y ahora tiene que sufrir las consecuencias de que Solanas y Echegaray le pasaron por encima, sin fijarse si se saltaban una etapa o un escollo. Pretendió también que su posición respondía a la estrategia del frente nacional, sin tener en cuenta que sus aliados no representan a nadie, aunque se jacten de nacionalistas. Pretendió, en suma, darle un carácter ideológico a lo que no era más que una maniobra de sobrevivencia, muy mal concebida para colmo. Demostró, en definitiva, que detrás del Ptp no hay programa ni principios sino puro empirismo, y que por eso está condenado a estas desaventuras, ésta más suave, claro, que la de haber impulsado a Menem a la presidencia.


¿Aprenderá? Re-difícil, porque estos discípulos de la “auto-crítica” inquisitorial (stalinista) no saben lo que es la crítica marxista.