Frente a las elecciones que se realizaron el domingo 26 en Tucumán, el PTS llamó en su prensa del jueves 23 a no votar por el PO: “El PO tratando de buscar un espacio político de oposición a cualquier precio plantea como eje de campaña la consigna ‘contra la inseguridad ciudadana’, así como lo levantan todas las listas de la oposición de derecha en esta elección. Por este motivo… decidimos no llamarlo a votar, como sí lo hicimos en forma crítica en las elecciones a convencionales constituyentes de 2006, porque creemos que la campaña del PO no ayuda a clarificar las ideas clasistas al pueblo trabajador y no confronta con el discurso de mano dura”.

Es un insulto (y no sólo a la inteligencia) decir que el PO no se diferencia del ‘discurso de mano dura’, cuando somos los que hemos motorizado decenas de marchas semanales contra la represión, el gatillo fácil y la impunidad, que ha reunido a la mayoría de los familiares y sectores militantes. Hemos transformado la lucha por la seguridad ciudadana en una bandera contra el Estado. Fue el único movimiento contra la inseguridad, en todo el país, que impidió que Blumberg hiciera uso de la palabra en una de nuestras manifestaciones.

Esta secta parasitaria y conservadora se ha buscado un argumento, por un lado, para evadir la obligación de todo obrero en una lucha contra el patrón, que es apoyar al obrero que está luchando, y, por el otro, para evitar luchar contra los aparatos represivos, que son los que comprometen la “seguridad ciudadana”, como lo hemos venido denunciando. La campaña del PO en Tucumán ha sido rotunda y tremenda: para evitar el crimen, el asalto, el secuestro y el hostigamiento hay que disolver los aparatos represivos y entregar la protección de la ciudadanía a organizaciones electas y bajo control de los trabajadores. ¡Lo planteamos en la Constituyente!

Diferenciarse del ‘discurso de mano dura’ es el planteo del centroizquierda y de los ‘progres’, que esconden con un ‘discurso garantista’ o el palabrerío de la ‘justicia social’ su encubrimiento y la protección del aparato represivo. El PTS se junta a la inmundicia centroizquierdista y hace frente con ella contra el planteo del Partido Obrero que caracteriza a la inseguridad ciudadana como una expresión de la descomposición del Estado burgués en todas sus formas, incluso las ‘democráticas’.